Los tamagochi son una forma de vida artificial parasitaria originalmente creados en Japón. La idea era crear una mascota interactiva para los niños, pero como todo lo que hacen esos malditos comearroces, se les fue de las manos.
Los muy putos seres invadieron el planeta Tierra, pero gracias a Dios nos libramos de ellos, como también nos libraríamos después de los Digimon y de los Pokémon.
Ahora mismo están diseñando quienes serán nuestros nuevos amos: los Gormiti, que parecen cagarros de ardilla, los alienígenas de Ben 10, los Adolf Hitlers coleccionables de plástico…
Esta historia se repetirá hasta que tiremos bombas nucleares encima de Japón y no solo en Hiroshima y Nagasaki, que eso sólo sirve para que hagan luego películas de Godzilla.Hay que hacer las cosas bien.
Los tamagochi crecían gracias a un anfitrión humano.
Lo único que había que hacer era retirar la tira de plástico que mantenía pulsado el botón de reset y tras un pitido agudo ya se habían implantado dentro de tu mente.
No podían hacer nada por sí mismos, pero sabían cómo obligarte a obedecer con sus pitidos. Aún resuenan en mis orejas...
¡Pitup! ¡Pitup! ¡Pitup!
Depende de lo buen esclavo que fueses, los tamagochis evolucionaban en una u otra cosa. Podían ser seres majos que pedían poca ayuda y te dejaban vivir o verdaderos hijosdeputa fiesteros que se levantaban en medio de la noche para tocar los cojones, como el de la narizota que a mí siempre me salía.
TAMAGOCHI: EL OCASO DE LA FAMILIA REAL
Gracias a la manipulación genética, mi familia y yo logramos crear un linaje real tamagóchico. Por desgracia el sistema entró en crisis tras la muerte de el mejor rey que habíamos conocido nunca, "Cipote III el Sabio", si es que se puede llamar así a un bicho que murió ahogado en su propia caca.
El siguiente en la cadena de sucesión sería “Blanch I El Narizota”, pero por desgracia falleció por una sobredosis de caramelos. Yo no sé quién se los dio. Créanme que la investigación sigue abierta, pero a día de hoy mi hermano sigue negando toda responsabilidad.
La consecuente guerra entre el rey niño “Aerys I Viva Hitler” y el primo lejano de Cipote III, “Azrael IV El Rey de los Hunos”, al que yo apoyaba, se saldó con la muerte de toda la dinastía y con que hoy día en mi casa no nos hablamos.
TAMAGOCHI: EL DESTINO FINAL
La humanidad se libró de ellos gracias a la tortura. Les hicisteis engordar. Les apagabais la luz y les poníais inyecciones para que no se durmiesen. Les ahogabais en su propia mierda. Les parabais el reloj interno (quien sabe cuántos hay todavía vivos en estado de congelación). Finalmente todos murieron.
Sé que os dijeron que “habían vuelto a su planeta”, pero fue para no haceros sufrir. Al llegar estaban muertos. Todos ellos.
¿Ahora los echáis de menos no? Pues haberlo pensado antes.
domingo, 20 de septiembre de 2009
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¡Hail Tamagochi! ¡Tamagochi inmortal!
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