miércoles, 23 de septiembre de 2009

Sustancias de nuestra vida diaria: El Fuego

El fuego es una sustancia que arde a altas temperaturas y emite luz. También puede ser descrito como un proceso de combus... compust... comvus... de quemación.

El fuego es tremendamente tóxico para el ser humano, y debe evitarse su contacto directo porque produce fuertes reacciones alérgicas. De no ser así, puede llegar a producir quemaduras en las zonas de contacto y la aparición de un dolor de hasta un 5,6 en la escala de Thompson.

El fuego tiene muy variados usos, entre los cuales destacan calentar cosas, iluminar las oscuridades, atemorizar a los animales salvajes, realizar sacrificios, etc.Históricamente, quemar vivo fue el castigo para purificar a los infieles y herejes más extendido en el mundo hasta el descubrimiento de la lapidación en 1678.

El fuego comenzó a ser domesticado en algún momento temprano de la prehistoria y ya desde el principio se hizo un producto muy popular, pese a que su mayor desarrollo se produjo durante el año 1948, cuando varios científicos de distintas nacionalidades lograron mejorar la fórmula original, de tal manera que el fuego que usamos hoy quema mucho más que el que usaban nuestros antepasados.

El fuego se ha convertido, en las últimas décadas, en un producto indispensable para la vida moderna. El uso de los cigarrillos, evidentemente, ha fomentado que hoy todo el mundo lleve encima un generador portatil de fuego de pequeñas dimensiones.
Su importancia social se resalta en innumerables referencias en la ficción (La Antorcha Humana, Charmander...). En fiestas y acontecimientos es usual el uso de fuegos a los que se les ha extraído artificialmente el calor (los llamados "fuegos artificiales" o "pirotecnia").

Antiguamente, era común ver enormes plantaciones de fuego, llamados incendios, donde se cultivaba el fuego utilizando como abono a los bosques y hierbajos que pudieran encontrarse, pero actualmente ese método ha sido prohibido y ha caído en desuso.
Aproximadamente el 95% del fuego que existe hoy es producido de manera industrial, en largas cadenas de montaje con diversos niveles, donde se le van añadiendo las distintas partes (llama amarilla, llama roja, luz y calor) y pasan rigurosos tests de calidad para certificar que su quemabilidad es excelente.
Lugares del mundo como Tierra del Fuego (Argentina) o Valencia (España) son hoy día los mayores exportadores de fuego, pese a que los expertos indican que las progresivas deslocalizaciones harán que, en 2012, casi toda la producción se realice en China, Taiwán y otros países del sud-este asiático.

No obstante, es posible encontrar aún lugares donde se produce el fuego a la manera artesanal, en pueblos o ferias medievales.
El fuego producido a la manera tradicional es muy apreciado por los expertos y coleccionistas, especialmente porque, al contrario que el fuego que podemos comprar en cualquier supermercado, el fuego artesanal está hecho con elementos naturales (dos piedras, un poco de madera...).

Existe también fuego en la naturaleza, como por ejemplo en el Sol, el interior de los volcanes o en el estómago de los dragones.

Debe evitarse bajo cualquier circunstancia que los niños menores de 13 años juegen con fuego, porque contiene piezas pequeñas que son susceptibles de ser tragadas.

Cultivando tu propio fuego en casa:
Si te interesan los productos naturales, una sencilla manera de producir tu propio fuego casero es colocar una enorme lupa apuntando hacia un montón de hojas secas. El contorno abombado de la lupa servirá para destilar el fuego que hay diluído en los rayos solares, que por su mayor peso se irá concentrando hacia la mitad de la lupa, y progresivamente irá atravesando el cristal y comenzará a alimentarse de las hojas secas.

Ten especial cuidado de no mojarlo y evitar que le toque el agua de lluvia, ya que es fácil que el fuego se constipe y muera. Mantén constantemente un flujo de hojas secas para que pueda alimentarse y no muera de hambre.A medida que crezca podrás también darle alguna pequeña madera para que vaya variando un poco su alimentación. De manera similar a los caracoles o los gusanos de seda, puede alimentarse de papel de periódico y también cartón.

Advertencia: No le dés demasiado de comer, porque entonces puede crecer demasiado y llegar a ocupar toda la jaula.

Firma, Juan Pastor Ferruciano, catedrático de Antropología del NIR (National Institute of Randomness).
El artículo ha sido extraído de "Con faldas y a lo loco: El ser humano su dominio de la naturaleza" (Juan Pastor Ferruciano y otros autores), editado por NIR Press, inc. Palermo, 1998Traducción al español a cargo de Felipe Martín Cipreste, publicado en Salvat editores, Madrid, 2002.

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