miércoles, 1 de diciembre de 2010
martes, 30 de noviembre de 2010
jueves, 18 de noviembre de 2010
Mi campaña política queda anulada
He estado muy ocupado últimamente. Montando mi propia campaña electoral. Para ello decidí estudiar a fondo los carteles y demás tejemanejes de la propaganda electoral, y eso me hizo desistir de la que hubiese sido una brillante carrera política (ya que mis promesas electorales consistían en promover la armadura de oro macizo como única vestidura legalmente autorizada, y no sólo permitir, sino prácticamente obligar, gracias a mis múltiples propuestas para incrementar el crimen callejero, a llevar espada).
Pero, como digo, vi que eso iba a ser imposible. No porque mis ideas políticas sean las aberraciones delirantes de una mente completamente enajenada (también lo son las ideas de los demás partidos políticos). Ése no es el problema.
Lo que pasa es que no tengo un buen organizador de campaña. Alguien como Goebbels, el hombre que inventó a Hitler, un auténtico manager de dictadores. Cuando acudió a él, Hitler sólo era un mierdecilla que escribía poemas de amor a una gorda que conocía y dibujaba comics donde se follaba a su madre. Ni siquiera tenía el bigote característico, ese que es como si el labio superior llevara un sombrerito, y que da aspecto de simpático gilipoyas, probablemente debido a Chaplin. Tampoco tenía el símbolo nazi: todo eso también fue invento de Goebbels, marca registrada y todos los derechos reservados.
Se le ocurrió un día viendo un shuriken de una película de ninjas. Dijo: “¡Eureka!”, y acto seguido había creado no solo el logotipo oficial de la dictadura más chunga de todos los tiempos, sino también su mascota publicitaria.
¿Y eso por qué? Porque tiene visión. Donde nosotros sólo vemos una furcia Paris Hilton cualquiera, él ve el próximo bombazo musical. Y, creedme, hacer la música es lo menos complicado de todo el asunto: con el estribillo de una cancioncilla que ha ido silbando Goebbels esta mañana (es un vampiro diurno) en el tren de camino a casa, ya tiene suficiente para llenar todo el disco. Luego le pone una letra que se le ha ocurrido mientras cagaba, eso cuando no la ha fabricado uniendo directamente palabras al azar de los titulares del periódico del día, y ya lo tiene. Ya lo jodidamente tiene todo hecho.
Grandes genios están trabajando detrás de las campañas electorales, amigos míos. Todo está pensado: por ejemplo cuando vemos un póster con la foto del careto del político de turno, y notamos que el tipo bizquea y parece subnormal. No es un error del fotógrafo, está hecho a propósito: así la gente lo ve como alguien más cercano al pueblo. Una persona común.
“¡Si, coño, pero parece subnormal!”, eso estarán pensando muchos. Pero eso demuestra precisamente por qué no valen para organizadores de campaña: Que ese tío es subnormal ya lo sabemos. Como todos los políticos, ser rematadamente estúpido es algo inherente al cargo.
Es más, preferimos que los políticos sean subnormales. Desconfiaríamos de un político que pareciese demasiado inteligente. Sospecharíamos de él, nos haría preguntarnos qué narices trama, por qué utiliza polisílabos rimbombantes y pomposos en lugar de decir “mierda”, “estijeras”, “amoto”, “ganemos” o “yo y él comimos bollicado”, así como que qué son todos esos números con los que intenta demostrar las cosas. ¡Muy desesperado tiene que estar para acudir a los números!
Como os digo, preferimos a un tipo completamente deficiente a nivel intelectual, de manera que no nos sintamos amenazados. Alguien que salga con una sonrisa en el poster, la misma que alguien pondría si le contasen un chiste muy bueno, como si el fotógrafo fuese el puto Chiquito de la Calzada. Esa es otra de las razonas por las que no puedo ser político. Soy demasiado listo y sé hablar en latín.
¡Mierda! ¡Si me hubiese emborrachado cada fin de semana como los putos retrasados de mi clase, ahora sería algo en la vida!
Pero, como digo, vi que eso iba a ser imposible. No porque mis ideas políticas sean las aberraciones delirantes de una mente completamente enajenada (también lo son las ideas de los demás partidos políticos). Ése no es el problema.
Lo que pasa es que no tengo un buen organizador de campaña. Alguien como Goebbels, el hombre que inventó a Hitler, un auténtico manager de dictadores. Cuando acudió a él, Hitler sólo era un mierdecilla que escribía poemas de amor a una gorda que conocía y dibujaba comics donde se follaba a su madre. Ni siquiera tenía el bigote característico, ese que es como si el labio superior llevara un sombrerito, y que da aspecto de simpático gilipoyas, probablemente debido a Chaplin. Tampoco tenía el símbolo nazi: todo eso también fue invento de Goebbels, marca registrada y todos los derechos reservados.
Se le ocurrió un día viendo un shuriken de una película de ninjas. Dijo: “¡Eureka!”, y acto seguido había creado no solo el logotipo oficial de la dictadura más chunga de todos los tiempos, sino también su mascota publicitaria.
Si, es cierto que podría contactar con Goebbels, ya que sólo hay que ver una foto suya para darse cuenta de que ese tío era un vampiro (mi dinero está apostado a que es un Ventrue), y que debe haber sobrevivido hasta nuestros días. Mi teoría es que es él quien se dedica a fabricar todas esas cantantes prefabricadas que aparecen cada dos por tres.
Grandes genios están trabajando detrás de las campañas electorales, amigos míos. Todo está pensado: por ejemplo cuando vemos un póster con la foto del careto del político de turno, y notamos que el tipo bizquea y parece subnormal. No es un error del fotógrafo, está hecho a propósito: así la gente lo ve como alguien más cercano al pueblo. Una persona común.
“¡Si, coño, pero parece subnormal!”, eso estarán pensando muchos. Pero eso demuestra precisamente por qué no valen para organizadores de campaña: Que ese tío es subnormal ya lo sabemos. Como todos los políticos, ser rematadamente estúpido es algo inherente al cargo.
Es más, preferimos que los políticos sean subnormales. Desconfiaríamos de un político que pareciese demasiado inteligente. Sospecharíamos de él, nos haría preguntarnos qué narices trama, por qué utiliza polisílabos rimbombantes y pomposos en lugar de decir “mierda”, “estijeras”, “amoto”, “ganemos” o “yo y él comimos bollicado”, así como que qué son todos esos números con los que intenta demostrar las cosas. ¡Muy desesperado tiene que estar para acudir a los números!
Como os digo, preferimos a un tipo completamente deficiente a nivel intelectual, de manera que no nos sintamos amenazados. Alguien que salga con una sonrisa en el poster, la misma que alguien pondría si le contasen un chiste muy bueno, como si el fotógrafo fuese el puto Chiquito de la Calzada. Esa es otra de las razonas por las que no puedo ser político. Soy demasiado listo y sé hablar en latín.
¡Mierda! ¡Si me hubiese emborrachado cada fin de semana como los putos retrasados de mi clase, ahora sería algo en la vida!
sábado, 6 de noviembre de 2010
YA HA EMPEZADO LA NAVIDAD
O al menos eso piensan tanto el Corte Inglés como el ayuntamiento de Barcelona, que ya han comenzado la campaña y se han puesto a colocar la decoración, que consiste en un montón de cables llenos de luces que cuelgan del techo de las ciudades (cosa que exactamente no sé qué tiene de navideño, más que el hecho de que lo ponen ahí cuando es navidad).
Pero ¿por qué lo hacen? ¿Por qué tanto interés en que la navidad llegue antes? ¿Y qué tiene que ver todo esto con el Gran Cthulhu? (La respuesta a esta última pregunta es “nada”). Parece un plan para invertir los polos de la Tierra sin tener realmente que hacerlo: hacer que la navidad empiece en Septiembre y el verano en Enero. Un plan digno de supervillano, pero de un supervillano que en vez de aprender toda clase de conocimientos científicos antes de dedicarse a su tarea, hubiese abandonado sus estudios tras recibir la mínima enseñanza imprescindible: lo justo para contar, sumar y, si me apuras, dominar los artificios básicos de la retorica suficientes como para alcanzar a defenderse de los vendedores de ofertas telefónicas.
Y todo porque necesitan que gastéis más dinero, malditos roñosos. No se os puede dejar solos, porque dejáis de gastar dinero y provocáis la crisis. ¿No podéis ser como yo, que cobro mi sueldo de este mes y 5 minutos después puedo orgullosamente decir que ya ha sido completamente invertido en valiosos cromos de Pokémon? ¿Creéis que no hay razón para comprar? ¡Tratad de decirle eso a los tíos de los supermercados! Ellos os protegieron de los comunistas durante muchos años, ¡ahora os toca devolverles el favor!
Sólo hay dos opciones: O alargamos la navidad, o bien creamos un nuevo sistema económico mundial. Y el feudalismo industrial es uno de los mejores métodos que hemos tenido hasta ahora, tíos: Sólo tenéis que ver la cantidad de tetas y sexo prácticamente explícito que hay en todos los anuncios. Amigos, una sociedad que, como la nuestra, puede tratar a las mujeres como nada más que objetos-carnaza de reclamo para los consumidores calenturientos y a nadie le importa una mierda, es que está haciendo algo bien. No hay por qué cambiar.
Pero alargar la navidad, alternativa hoy día totalmente teórica, manque posible de realizar (la imposición de un régimen de esclavitud en los elfos creadores de regalos del polo norte, así como la introducción de medidas de precariedad laboral para Papá Noél lo permitirían), tiene sus propias complicaciones: para empezar, hay inventar una nueva fiesta que compense el bajón de que no hayan fiestas consumistas desde Octubre hasta Fin de Año, y eso no es tan fácil. Si, podríais crear el día Internacional del Porno, si quisieseis. Yo os apoyaría (porque para mí todos los días son ese día), pero no funcionaría.
¿Por qué? Porque está demostrado que las fiestas religiosas son las que más funcionan. Para ello, siempre es posible alterar la Biblia: Decimos que la Virgen María se tiró pariendo varios meses (yo siempre pensé que la aureola de santidad tuvo que ser bastante difícil de sacar del útero), indicamos que Jesús salió prematuramente pero viendo el panorama que había en Israel se metió otra vez para dentro (y así quitamos como primer milagro de Jesús el haber convertido agua en vino, que suena demasiado divertido), celebramos la entrada al tercer trimestre de embarazo de Jesús, una patada que le dió el feto, un dolor de muelas de Herodes... Las posibilidades son infinitas.
Mi sugerencia: Introducir el día del Scout, celebrando cuando los exploradores a las órdenes de los reyes magos exploraron Tierra Santa para asegurarse de que no había enemigos apostados en la zona. Habría que regalar toda clase de instrumentos de observación, zafarrancho y supervivencia en territorio hostil. Pero bueno, es sólo una idea.
Aunque que no os sorprenda si el próximo fin de semana vuestros padres os sorprenden regalándoos un estupendo equipo de prismáticos, en cuyo caso, permitidme ser el primero en decir: “Vecinos criminales así como vecinas buenorras… ha comenzado para vosotros la era del terror.”
lunes, 1 de noviembre de 2010
Hall of Win
Sólo los más idiotas de entre nosotros (idiotas que no deberíamos tener reparos en denunciar ante las autoridades pertinentes para que les dieran así con la mano abierta) se quejan de que Halloween es una tradición extranjera, y defienden en su lugar la tradición de la “Castañada” (o Magosto u otros nombres, en sitios donde los romanos no creyeron conveniente enseñar a hablar correctamente a sus habitantes), que consiste en hacer un fuego y calentar ahí un puñado de castañas (o también otras comidas-basura de la Edad Media, como los boniatos. ¿Boniatos? ¿A estas alturas del siglo XXI? ¡Por favor! ¡Si parece un ñordo de vaca eso!) y envolverlas luego en un papel de periódico para comérselas, como si esto fuese el jodido Berlín Este o una Rusia postapocalíptica.
No, amigos, la Castañada, el Magosto o como poyas le queráis llamar es una cosa de viejas, y si a ti lo que te gustan son las viejas, entonces estás muy, muy enfermo.
En comparación, Halloween mola mucho más, aunque esto lo digo no sin reparos, ya que antes molaba mucho más y poco a poco ha ido molando menos: Hace años, Halloween era lo más hardcore y quienes se disfrazaban daban realmente miedo (sobre todo porque llevaban esas máscaras de goma barata provenientes de China y Taiwan, fabricadas por antiguos trabajadores-esclavos de los talleres de costura ilegal que se dedican a ello en cuanto tienen una artrosis tal que produce que la mejor echa de esas putas máscaras sea capaz de darle diarreas súbitas y pesadillas al mismísimo Freddy Krugger).
Hoy, los disfraces dan bastante más pena, ya que los vampiros, hombres lobo y momias nos producen risa, más que pavor (y las vampiresas, erección). Deberíamos acudir a niveles más abstractos del terror, pero al parecer hay algún tipo de norma no escrita sobre Halloween que no permite a la gente disfrazarse de Cthulhu, y por esto seguimos atascado en esta amalgama de disfraces de monstruos pasados de moda, capaces de ser destruidos con un único tiro de escopeta. A esto se le suma el hecho de que han ido apareciendo otros disfraces que no se sabe exactamente cómo se supone que deberían dar miedo, como por ejemplo el disfraz de pirata, que sólo en su versión “Jack Sparrow” podría quizá extender el terror, aunque sólo entre aquellos que sufren ya de por sí una homofobia desmesurada.
Sin embargo, puestos a valorar todos los frentes implicados, esto ha permitido la aparición de un nuevo elemento clave en Halloween, que es hoy el que casi prácticamente sostiene la tradición: que las chicas pueden disfrazarse de putillas sin ningún tipo de reparo social (con sus multiples variantes, obviamente: vampiresa con escote, enfermera con escote, zombie con escote, diablesa con escote…), haciendo de cualquier otro disfraz un sinsentido o incluso una paradoja, algo que directamente es contradictorio consigo mismo.
Halloween es, sin embargo, una oportunidad inigualable para agradecer la existencia de los pederastas, sacerdotes católicos y demás tocaniños, a los que siempre se critica sin tener en cuenta la de cosas buenas que con su antinatural y viciosa atracción sexual hacia los niños han provocado. Por ejemplo, han sustituido exitosamente al Hombre del Saco como monstruo infantil, en una época en la que éste ya no era suficiente para frenar las exacerbadas fuerzas del mal que crecían en el interior de estos púberes jodidos hijos de Satán que estáis teniendo.
Ningún niño se amedrentaría ya frente a un desconocido que les coloca dentro de un saco, sin embargo, todos se lo piensan dos veces ante la posibilidad de que les agarre un perturbado que se dedique única y exclusivamente a darles por el culo. Pasa lo mismo con los criminales adultos: Les daría lo mismo ir a la cárcel si no tuviesen constancia fehaciente de varios hechos no directamente relacionados entre sí, pero que juntos forman la mayor herramienta de disuasión frente al crimen de la que dispone la sociedad moderna. Dichos hechos son los siguientes:
1) La alta cantidad de negros que van a la cárcel.
2) La alta cantidad de negros que poseen grandes penes.
3) Que el jabón mojado resbala y cae al suelo con facilidad.
Como digo, gracias a los pederastas ha quedado desterrada la tradición del “truco o trato”, que tal y como está la juventud haría que si no les das caramelos a ese atajo de niños disfrazados que llaman a la puerta de tu casa, por la mañana tu coche tuviese los cristales rotos, las ruedas pinchadas a navajazos y, como colofón final, le hubiesen arrojado encima, con fuerza inusitada para sus cuerpos infantiles, un contenedor en llamas.
Cientos de euros han sido ahorrados en sobornos para estos putos niños adictos al azúcar, así como en concepto de facturas médicas para curar su obesidad. Y el número de vidas salvadas frente a una hipotética legión de niños violentos e hiperazucarados sigue siendo todavía hoy incontable...
Y todo eso se lo debemos a los pederastas y su gran labor, jamás reconocida, de cohesión social.
No, amigos, la Castañada, el Magosto o como poyas le queráis llamar es una cosa de viejas, y si a ti lo que te gustan son las viejas, entonces estás muy, muy enfermo.
En comparación, Halloween mola mucho más, aunque esto lo digo no sin reparos, ya que antes molaba mucho más y poco a poco ha ido molando menos: Hace años, Halloween era lo más hardcore y quienes se disfrazaban daban realmente miedo (sobre todo porque llevaban esas máscaras de goma barata provenientes de China y Taiwan, fabricadas por antiguos trabajadores-esclavos de los talleres de costura ilegal que se dedican a ello en cuanto tienen una artrosis tal que produce que la mejor echa de esas putas máscaras sea capaz de darle diarreas súbitas y pesadillas al mismísimo Freddy Krugger).
Hoy, los disfraces dan bastante más pena, ya que los vampiros, hombres lobo y momias nos producen risa, más que pavor (y las vampiresas, erección). Deberíamos acudir a niveles más abstractos del terror, pero al parecer hay algún tipo de norma no escrita sobre Halloween que no permite a la gente disfrazarse de Cthulhu, y por esto seguimos atascado en esta amalgama de disfraces de monstruos pasados de moda, capaces de ser destruidos con un único tiro de escopeta. A esto se le suma el hecho de que han ido apareciendo otros disfraces que no se sabe exactamente cómo se supone que deberían dar miedo, como por ejemplo el disfraz de pirata, que sólo en su versión “Jack Sparrow” podría quizá extender el terror, aunque sólo entre aquellos que sufren ya de por sí una homofobia desmesurada.
Sin embargo, puestos a valorar todos los frentes implicados, esto ha permitido la aparición de un nuevo elemento clave en Halloween, que es hoy el que casi prácticamente sostiene la tradición: que las chicas pueden disfrazarse de putillas sin ningún tipo de reparo social (con sus multiples variantes, obviamente: vampiresa con escote, enfermera con escote, zombie con escote, diablesa con escote…), haciendo de cualquier otro disfraz un sinsentido o incluso una paradoja, algo que directamente es contradictorio consigo mismo.
Halloween es, sin embargo, una oportunidad inigualable para agradecer la existencia de los pederastas, sacerdotes católicos y demás tocaniños, a los que siempre se critica sin tener en cuenta la de cosas buenas que con su antinatural y viciosa atracción sexual hacia los niños han provocado. Por ejemplo, han sustituido exitosamente al Hombre del Saco como monstruo infantil, en una época en la que éste ya no era suficiente para frenar las exacerbadas fuerzas del mal que crecían en el interior de estos púberes jodidos hijos de Satán que estáis teniendo.
Ningún niño se amedrentaría ya frente a un desconocido que les coloca dentro de un saco, sin embargo, todos se lo piensan dos veces ante la posibilidad de que les agarre un perturbado que se dedique única y exclusivamente a darles por el culo. Pasa lo mismo con los criminales adultos: Les daría lo mismo ir a la cárcel si no tuviesen constancia fehaciente de varios hechos no directamente relacionados entre sí, pero que juntos forman la mayor herramienta de disuasión frente al crimen de la que dispone la sociedad moderna. Dichos hechos son los siguientes:
1) La alta cantidad de negros que van a la cárcel.
2) La alta cantidad de negros que poseen grandes penes.
3) Que el jabón mojado resbala y cae al suelo con facilidad.
Como digo, gracias a los pederastas ha quedado desterrada la tradición del “truco o trato”, que tal y como está la juventud haría que si no les das caramelos a ese atajo de niños disfrazados que llaman a la puerta de tu casa, por la mañana tu coche tuviese los cristales rotos, las ruedas pinchadas a navajazos y, como colofón final, le hubiesen arrojado encima, con fuerza inusitada para sus cuerpos infantiles, un contenedor en llamas.
Cientos de euros han sido ahorrados en sobornos para estos putos niños adictos al azúcar, así como en concepto de facturas médicas para curar su obesidad. Y el número de vidas salvadas frente a una hipotética legión de niños violentos e hiperazucarados sigue siendo todavía hoy incontable...
Y todo eso se lo debemos a los pederastas y su gran labor, jamás reconocida, de cohesión social.
martes, 26 de octubre de 2010
El Papa y sus viajes
Sobre el tema de los viajes del Papa, hay mucha gente que se ha indignado al saber el dinero que cuesta todo eso. Y es que fijáos si está a gusto el Papa en Roma (donde todos tienen que obedecerle ya no solo por ley divina, sino también por terrenal) que hay que pagarle (y no cuatro duros precisamente) para que salga. A mí, al contrario que a esa gente, no me sorprende.
Ya que, ¿de donde pensábais que había sacado ese tío tanta pasta? ¿Es que pensábais que se lo había dado Dios? ¿O que había una especie de "gran tesoro oculto de Jesucristo", que ahorró durante los años de su vida que trabajó de carpintero?
¿Acaso sabéis lo que cuesta que te construyan un automovil personalizado? No importa que el Papamóvil, una especie de carrito de golf fusionado con jaula de hamster gigante (en serio, el suelo está hecho de papel de periódico y lleno de cacas diminutas) no sea precisamente el culmen de la tecnología: sigue estando muy por encima del poder adquisitivo de las personas normales, que sólo podemos acceder a vehículos normales con los que no se hace el ridículo por la calle.
Sólo dos personas se lo han podido permitir: Bruce Wayne y el Papa, y posiblemente porque dada la fealdad del Papamóvil, no sé hasta qué punto llegaron a cobrarle la factura de fabricación.
Y es que, desengañémonos, el Papamovil no protege de una mierda. Es más, permite apuntar de puta madre a los francotiradores. Vale, el cristal es antibalas, pero a ver qué cara pondrán los diseñadores cuando los terroristas, sabiendo esto, lo que hagan sea dispararle con un lanzagranadas, que es lo que se lleva hoy día.
Da igual que el puto cristal sea antitodo, no hará falta reventarlo, saldrá volando esa puta mampara de plástico duro que es lo que es, que tiene pinta de lo rallas con una llave si quieres. Saldrá volando esa mierda y el Papa en su interior se irá golpeando hasta morir, provocando posiblemente hilarantes sonidos al chocar con las paredes, como si fuera un sonajero sangriendo y blasfemo.
O bien le soltarán gas venenoso por los agujerillos esos que tiene que parece que por ahí le vayan a echar bolas de queso para que se las coma (que esa es otra, que podrían meter por ahí punzones y punzar al Papa hasta que perdiese enorme cantidad de puntos de daño y muriese.
Como véis en el anterior parrafo ya he dicho 5 maneras perfectamente viables de matar al Papa, y eso que no soy un terrorista entrenado, aunque bien es cierto que llevo jugando a videojuegos violentos desde los 5, y eso puede que me haga aún más peligroso.
En definitiva, la única explicación para el diseño del Papamóvil no responde a la necesidad de salvaguardarle de los peligros externos... sino que más bien se trata de una cápsula de contención destinada justamente a lo contrario, a mantener al mundo a salvo del Papa. Y es que el Papa, como sabemos, es una persona peligrosa.
Tiene que serlo por necesidad, ya que tiene uno de los pocos puestos de trabajo del mundo que se obtiene matando y/o dejando morir a tu superior. Esa es la única manera de ascender a Papa. Es igual que ser Rey de España, solo que mucho más peligroso ya que tus potenciales sucesores, al contrario que en el caso del Rey, son capaces de ejecutar dos maniobras físicas complejas (tales como respirar cada 5 segundos y no orinarse encima).
Pero si os sirve de consuelo a los más recalcitrantes ateos, hay una remota posibilidad de que al Papa se le caiga encima la Sagrada Familia cuando visite Barcelona. Ahora tenéis que ayudar a incrementar esa remota posibilidad. ¿Cómo? Rezando.
Ya que, ¿de donde pensábais que había sacado ese tío tanta pasta? ¿Es que pensábais que se lo había dado Dios? ¿O que había una especie de "gran tesoro oculto de Jesucristo", que ahorró durante los años de su vida que trabajó de carpintero?
¿Acaso sabéis lo que cuesta que te construyan un automovil personalizado? No importa que el Papamóvil, una especie de carrito de golf fusionado con jaula de hamster gigante (en serio, el suelo está hecho de papel de periódico y lleno de cacas diminutas) no sea precisamente el culmen de la tecnología: sigue estando muy por encima del poder adquisitivo de las personas normales, que sólo podemos acceder a vehículos normales con los que no se hace el ridículo por la calle.
Sólo dos personas se lo han podido permitir: Bruce Wayne y el Papa, y posiblemente porque dada la fealdad del Papamóvil, no sé hasta qué punto llegaron a cobrarle la factura de fabricación.
Y es que, desengañémonos, el Papamovil no protege de una mierda. Es más, permite apuntar de puta madre a los francotiradores. Vale, el cristal es antibalas, pero a ver qué cara pondrán los diseñadores cuando los terroristas, sabiendo esto, lo que hagan sea dispararle con un lanzagranadas, que es lo que se lleva hoy día.
Da igual que el puto cristal sea antitodo, no hará falta reventarlo, saldrá volando esa puta mampara de plástico duro que es lo que es, que tiene pinta de lo rallas con una llave si quieres. Saldrá volando esa mierda y el Papa en su interior se irá golpeando hasta morir, provocando posiblemente hilarantes sonidos al chocar con las paredes, como si fuera un sonajero sangriendo y blasfemo.
O bien le soltarán gas venenoso por los agujerillos esos que tiene que parece que por ahí le vayan a echar bolas de queso para que se las coma (que esa es otra, que podrían meter por ahí punzones y punzar al Papa hasta que perdiese enorme cantidad de puntos de daño y muriese.
Como véis en el anterior parrafo ya he dicho 5 maneras perfectamente viables de matar al Papa, y eso que no soy un terrorista entrenado, aunque bien es cierto que llevo jugando a videojuegos violentos desde los 5, y eso puede que me haga aún más peligroso.
En definitiva, la única explicación para el diseño del Papamóvil no responde a la necesidad de salvaguardarle de los peligros externos... sino que más bien se trata de una cápsula de contención destinada justamente a lo contrario, a mantener al mundo a salvo del Papa. Y es que el Papa, como sabemos, es una persona peligrosa.
Tiene que serlo por necesidad, ya que tiene uno de los pocos puestos de trabajo del mundo que se obtiene matando y/o dejando morir a tu superior. Esa es la única manera de ascender a Papa. Es igual que ser Rey de España, solo que mucho más peligroso ya que tus potenciales sucesores, al contrario que en el caso del Rey, son capaces de ejecutar dos maniobras físicas complejas (tales como respirar cada 5 segundos y no orinarse encima).
Pero si os sirve de consuelo a los más recalcitrantes ateos, hay una remota posibilidad de que al Papa se le caiga encima la Sagrada Familia cuando visite Barcelona. Ahora tenéis que ayudar a incrementar esa remota posibilidad. ¿Cómo? Rezando.
jueves, 21 de octubre de 2010
Los osos
Hoy día se habla mucho (y mal) de Dios, y puede que con razón. ¿Qué narices? ¡Por supuesto que es con razón! Si ese tío es tan omnipotente y omnisciente como dice ser, es culpable directo de todas las cosas malas del mundo. Es peor que Hitler. De hecho, él INVENTÓ a Hitler.
Porque incluso aunque dé libertad a la gente, y la gente haga cosas malas, no es la gente mala la que causa los maremotos, las erupciones de volcanes y los terremotos (quizá con la excepción del Dr. Malignus y su Asombrosa Máquina de Desastres Naturales). Es Dios.
Pero no voy a hablar mal yo hoy de ese Señor que está en los cielos, no, aunque dicho señor no creyese conveniente en su momento dotarme de varios centímetros más de altura y dos poyas. Por esta vez seré completamente objetivo y hablaré únicamente de una de sus peores creaciones: Los osos.
Porque el tipo, manque no perfecto, hay que reconocer que eso de crear universos se le da bien. Es cierto que si le comienzas a buscar las vueltas al universo (como hacen los físicos cuánticos y los de la teoría de cuerdas) se ve que el tío no resolvió bien las divisiones, que siempre le quedan con resto, y que lo que hizo fue ocultar todos los remaches del universo en el interior de los agujeros negros, donde nadie debería mirar, pero ¿acaso alguno de vosotros lo hubiese hecho mejor? ¿Eh? Venga responded.
(Obviamente no podéis, porque esto es un post que no podéis modificar. JA JA JA, ¡chúpate esa, web 2.0!)
No. Si vosotros hubieseis hecho el universo sería todo un cagarro en plan de huevo frito cósmico que no se podría ni distinguir ni el bien del mal en esa mierda. Dios al menos eso lo hizo bien, pero hay que reconocer que a todo el mundo le puede salir un petardo de vez en cuando… como los osos que él creó.
Es probable que él lo que quisiese era crear una especie de bestia terrible. De hecho ya había creado anteriormente a los dinosaurios como criaturas de terror, y éstos habían sido acogidos con gran entusiasmo por la crítica, aunque había tenido cagadas de principiante, como la de poner plumas de colores a los velocirraptors (verídico), y que depende de la raza parecían bailarines de samba (lo cual, yo creo, les hacía muy terroríficos a su manera).
Incluso se había permitido ponerle un punto débil, como por ejemplo tiene el T-Rex, que si te quedas quieto no te ve. El oso reúne comida durante el verano y el invierno se lo tira durmiendo, época en la cual el niño o el héroe del cuento podría entrar en la cueva y matarlo con éxito.
Pero algo salió mal con el diseño, no se pusieron de acuerdo los ingenieros o hubo problemas de producción o quién sabe... Y eso que mira que era fácil crear una bola de pelo con dientes y que hiciese algún tipo de sonido incordiante, pero no. El tío tenía que “experimentar”, y ahora no hay nada más ridículo que un oso en actitud agresiva, tratando de ponerse de pie con ese culo inmenso y respingón.
Da igual que tenga la fuerza de diez hombres y sea capaz de despedazarte, no sigue siendo más que un puto Snorlax de segunda, y su zarpazo es un ataque ridículo, un bofetón de marica. ¿Qué será lo próximo que haga el oso, Dios? ¿Pegarnos con el bolso?
Por los motivos aquí expuestos, le pongo un cero al oso. SUSPENDIDO.
sábado, 16 de octubre de 2010
EL DIA INTERNACIONAL DEL HAMBRE EN EL MUNDO
Hoy es el Día Internacional del Hambre en el Mundo, una de esas cosas que le hacen a uno preguntarse qué clase de bestia inmunda son los seres humanos. Si. Porque hay que ser muy hijodeputa para ir por ahí celebrando que hay hambre en el mundo. Por todos lados activistas se han reunido para conmemorar el hecho de que todavía hay gente que se muere cada día por no comer… ¿o tal vez no?
Porque a mí no me salen las cuentas, veamos, ¿cómo es posible que la gente que se muere de hambre en el mundo vaya aumentando en vez de disminuir? ¿Es que esa gente no se muere nunca? ¿Estamos quizá en los albores de una nueva evolución del género humano en que la alimentación es algo tan sólo opcional?
Asumámoslo: lo lógico sería que cada vez fuese muriendo de hambre menos gente, hasta que eventualmente llegase el día en que pudiésemos decir que ya no muere de hambre nadie más en el mundo… porque ya se habrían muerto todos.
Si al año nacen 132 millones de niños y el número de gente que se muere de hambre es de 925 millones, deberíamos estar perdiendo población a un ritmo que haría que el planeta se quedase deshabitado en cosa de semanas. Y más bien está pasando lo contrario. Por tanto, o de Gibraltar para abajo el mundo está lleno de zombis que se reproducen por osmosis, o bien las ayudas internacionales (media lata de fabada asturiana que les damos cada dos años) sólo están sirviendo para prolongar su agonía.
También hay gente que dice que el problema no es darles más o menos comida, sino darles medios para obtener comida por ellos mismos. Esa gente siempre cita eso de que “Dale un pez a un hombre y comerá un día, pero dale una caña de pescar y no pasará nunca más hambre”, cosa que es incorrecta por dos razones: la primera, que para hacer una caña de pescar sólo se necesita una cuerda y un palo, joder, eso lo pueden hacer ellos mismos, y la segunda que el problema de que pasen hambre no es que no tengan cañas de pescar… ¡sino que viven en el medio del puto desierto, imbécil! ¿Dónde ostias van a pescar, EINSTEIN? ¡Si tuvieran peces en abundancia esperando ahí no necesitarían una mierda, estúpido!
Lo cual me lleva a mi siguiente pregunta: ¿Cómo ha logrado esa gente llegar viva hasta nuestros días? Entiendo que muchas sociedades sean pobres por el colonialismo, los tejemanejes industriales y todo eso, pero estoy bastante seguro de que los occidentales no hemos inventado el desierto.
Vale, es cierto que otra parte del problema son los gobiernos corruptos y la guerra que se hacen constantemente (han tenido como diez mil guerras civiles o así, y todas ellas tienen sólo una cosa en común: que cualquier líder que colocan acaba siendo un hijodeputa más grande que el anterior). La única solución sería ir allí, conquistarles a todos y convertirlo en un protectorado, pero entonces seríamos peores que Hitler.
Por eso, necesitamos un plan infalible para solucionar el hambre en el mundo, uno que funcione aunque haya mil gobernantes corruptos. Vale, quizá no como el que ha propuesto recientemente el Papa, que consiste en que el 90% de la población no use condón, se infecte de SIDA y muera, para que el 10% que queden vivos tengan todos los recursos, pero eh, AL MENOS LO HA INTENTADO.
Ya es más de lo que hemos hecho nosotros.
jueves, 14 de octubre de 2010
Nazismo vs Fascismo
Un error muy común, pero que no hay que cometer, es el de confundir nazismo con fascismo. No, amigos. La diferencia no es que el fascismo transforme tu país en una dictadura poco a poco, como por fascículos, y que el nazismo lo haga todo de golpe, tan pronto sale elegido en unas elecciones, no. La diferencia es mucho más sutil.
El nazismo es como tener un Mewtwo, y el fascismo, como tener un Jinx. Ambos son ridículos, pero uno es mucho más gay que el otro, ningún entrenador pokémon realmente bueno llevaría uno de esos en el equipo. En cambio, conozco mucha gente que lleva un Charizard.
En resumen, podríamos decir que el nazismo es la creencia de que hay gente que ha nacido siendo mejor que otra (mientras que el fascismo es simplemente fascinante). Los nazis clasifican las razas en una tabla que básicamente te dice lo guay que eres, pero nunca me ha quedado claro qué nivel ocupa cada raza en la lista. Es decir, está claro que los nazis están arriba de todo y los judíos en el puesto más bajo, pero ¿y todos lo demás?
¿Dijo Hitler algo sobre los negros, o sobre los árabes? No lo sé. ¿Hubo negros en los campos de concentración? No, que yo sepa. Es como si el nazismo ni siquiera los hubiese descubierto. Más bien parece que las demás razas vayan subiendo y bajando dependiendo de cómo sopla el viento, como si uno pudiese ir invirtiendo en tal o cual raza y sacar unas ganancias a fin de mes gracias a la especulación.
El fascismo, en cambio, podría ser descrito como raro de cojones, y gran parte de esta rareza se debe a que a nadie le ha interesado realmente saber qué mierda era ya que, asumámoslo, los italianos fueron los primos tontos y retrasados de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, el alzamiento de los nazis al poder ha sido documentado en muchísimas ocasiones, hay toda una teoría política que ha investigado todo el asunto desde perspectivas socioeconómicas, culturales y psicológicas (su punto de vista fundamental es que Hitler era un mago muy, muy poderoso que logró controlar mentalmente mediante un hechizo a todos los alemanes, que son inocentes de todos los crímenes cometidos y por tanto podemos hacer negocios con ellos sin dañar nuestra conciencia).
En cambio, del alzamiento del fascismo los libros de historia sólo nos dicen que eran unos tipos gordos que iban pegando a todo el mundo a lo Bud Spencer (que, por cierto, es italiano), hasta que al final nadie más se atrevió a oponerse a ellos, porque no quería que le partiesen la cara.
Otro ejemplo de esto: hay libros enteros escritos a cómo Hitler logró salvarse milagrosamente de varios atentados contra su vida (aunque a no estar allí cuando explotó la bomba no lo llamaría yo “salvarse milagrosamente”), difícilmente podremos encontrar alguno dedicado a las hazañas esquivabalas de Mussolini.
De hecho, en este aspecto, wikipedia nos regala una de las frases posiblemente más irónicas de todos los tiempos: “Ya el día de la «Marcha sobre Roma», Mussolini arriesgó su vida: en Milán un camisa negra tropezó y apretó por error el gatillo de su fusil: la bala rozó su oreja. Tras ser nombrado presidente del consejo, Mussolini fue objeto de una serie de atentados.” (wikipedia, artículo sobre Mussolini).
Vaya, que con amigos como estos no es de extrañar que los nazis perdieran la guerra. Su peor elección de aliados, no obstante y de lejos, fue Japón. Los japoneses no sólo no les ayudaron en una mierda, sino que encima les echaron encima a los americanos. De hecho, casi podríamos decir que si no hubiese sido por los japoneses, los nazis habrían ganado la guerra. Ellos fueron los verdaderos destructores del régimen nazi, y por eso, para celebrarlo, los americanos decidieron regalarles un novedoso espectáculo de fuegos artificiales.
viernes, 8 de octubre de 2010
Bancos
Hoy me gustaría hablar de esos sitios donde se lleva el dinero, los Bancos (no los de sentarse). Y para introducir el tema os daré sólo dos datos sobre los bancos, uno que puede que os sorprenda y el otro que, aunque es predecible, seguro que no lo habíais pensado nunca.
El dato sorprende es el origen de la palabra “banco”, que proviene, cómo no, de la época romana. En aquellos tiempos, los usureros y prestamistas se reunían en el fórum, ofreciéndole dinero a la gente que pasaba por allí (bueno, pero lo tenías que devolver, claro, porque si no tus testículos eran separados de tu cuerpo con el uso de una piedra afilada). En Roma, dichos prestamistas solían hacer sus negocios sentados en bancos de piedra. De ahí viene el nombre.
Y el dato predecible es que todo lo que he dicho en el párrafo de arriba es trola..
Los bancos han sido injustamente criticados por haber originado la crisis económica reciente. La crítica popular dice que es que fueron unos tontos por ir prestando dinero a gente que no se lo podía devolver (again los romanos y su método de cortar los cojones nos muestran lo sabios que eran en la Antigüedad). No obstante, y pensándolo con frialdad, lo que pasa es que los banqueros son demasiado inteligentes. Difícilmente podría haber banqueros mejores que los que tenemos hoy día: Inventaron un sistema en el que maximizaban sus beneficios, y si por alguna casualidad petaba todo, los contribuyentes pondrían la pasta para arreglarlo. El negocio perfecto.
Por desgracia, ha sido imposible traspasar el concepto de banco a otras modalidades de negocio, por dificultades insuperables que los hicieron fracasar:
Banco de peces: Los cortocircuitos provocados por los cajeros electrónicos submarinos causaron la desaparición de aproximadamente un 10% de la fauna marina mundial. Los peces olvidaban en cuestión de segundos que habían abierto una cuenta y no disponían de manos capaces de manipular tarjetas de crédito. Los billetes emitidos por el banco se disolvían en contacto con el agua a los pocos minutos. Dificultades en el cobro a tiburones morosos (7 contables despedazados a dentelladas y un perito comercial que perdió una mano).
Banco de esperma: Debido a un incorrecto modelo de negocio y deficiente estudio de mercado, los cajeros eyaculaban en repetidas ocasiones sobre las personas que trataban de utilizarlos.
NOTA FINAL Y ANÁLISIS:
Los bancos son un obstáculo para la recuperación económica porque si la gente dispusiese de todo su dinero constantemente en las manos comprarían constantemente toda clase de estupideces y lanzarían los billetes al cielo gritando que son ricos. Les pongo un cero.
El dato sorprende es el origen de la palabra “banco”, que proviene, cómo no, de la época romana. En aquellos tiempos, los usureros y prestamistas se reunían en el fórum, ofreciéndole dinero a la gente que pasaba por allí (bueno, pero lo tenías que devolver, claro, porque si no tus testículos eran separados de tu cuerpo con el uso de una piedra afilada). En Roma, dichos prestamistas solían hacer sus negocios sentados en bancos de piedra. De ahí viene el nombre.
Y el dato predecible es que todo lo que he dicho en el párrafo de arriba es trola..
Los bancos han sido injustamente criticados por haber originado la crisis económica reciente. La crítica popular dice que es que fueron unos tontos por ir prestando dinero a gente que no se lo podía devolver (again los romanos y su método de cortar los cojones nos muestran lo sabios que eran en la Antigüedad). No obstante, y pensándolo con frialdad, lo que pasa es que los banqueros son demasiado inteligentes. Difícilmente podría haber banqueros mejores que los que tenemos hoy día: Inventaron un sistema en el que maximizaban sus beneficios, y si por alguna casualidad petaba todo, los contribuyentes pondrían la pasta para arreglarlo. El negocio perfecto.
Por desgracia, ha sido imposible traspasar el concepto de banco a otras modalidades de negocio, por dificultades insuperables que los hicieron fracasar:
Banco de peces: Los cortocircuitos provocados por los cajeros electrónicos submarinos causaron la desaparición de aproximadamente un 10% de la fauna marina mundial. Los peces olvidaban en cuestión de segundos que habían abierto una cuenta y no disponían de manos capaces de manipular tarjetas de crédito. Los billetes emitidos por el banco se disolvían en contacto con el agua a los pocos minutos. Dificultades en el cobro a tiburones morosos (7 contables despedazados a dentelladas y un perito comercial que perdió una mano).
Banco de esperma: Debido a un incorrecto modelo de negocio y deficiente estudio de mercado, los cajeros eyaculaban en repetidas ocasiones sobre las personas que trataban de utilizarlos.
NOTA FINAL Y ANÁLISIS:
Los bancos son un obstáculo para la recuperación económica porque si la gente dispusiese de todo su dinero constantemente en las manos comprarían constantemente toda clase de estupideces y lanzarían los billetes al cielo gritando que son ricos. Les pongo un cero.
miércoles, 6 de octubre de 2010
JOSEMARÍA AZNAR: LA BIOGRAFÍA NO AUTORIZADA
JOSE MARÍA AZNAR: LA BIOGRAFÍA NO AUTORIZADA
Como a mí me gusta decir, esta es la historia de un gran hombre, de un auténtico líder del siglo XXI. De un caudillo de masas. Un hombre cuyos actos cambian día a día el mundo, para mejor. Ese hombre soy YO… y voy a hablaros de Jose María Aznar.
Ya de joven Jose María Aznar sorprendió a todos dejándose bigote, un bigote que le quedaba ridículamente ostentoso. Todos se reían de él (porque obviamente parecía Carlton de El Príncipe de Bel Air). Pero con el tiempo, a medida que aumentaba su posición y poder, cada vez le fue quedando menos penoso, ya no era tan irrisorio para sus semejantes, hasta que al final ha llegado el día de hoy, donde cuando nos partimos el culo es cuando le vemos sin.
Pero, ¿por qué se dejó bigote? Sus biografías no dicen nada al respecto, porque a pesar de tener más de mil páginas, están todas llenas de todo estupideces y anuncios subliminales de refrescos. Obras poco profundas, que no saben nada de él. ¿Incluso las que ha escrito él mismo? ¡Si, si, joder! ¡Esas son las peores! ¡No leáis nada de esa mierda!
Nosotros conocemos a Aznar mucho mejor de lo que él mismo se conoce, y sabemos que, a pesar de ser un tío que le compraba la ropa su madre y se cortaba el pelo todavía estilo ZipiZape, no se dejó bigote porque creyese erróneamente que le quedaba bien. Se dejó bigote porque eso era como un objetivo que se había marcado en la vida. Una señal. Un faro de luz en este mundo de confusión y oscuridad. Y cuando la gente dejó de reírse de su ridículo aspecto físico, supo que lo había conseguido.
Salió de la facultad de Leyes (Aznar estudió Derecho porque es un político de derechas) y se puso a aplicar las lecciones del físico atómico Niels Bohr, sobretodo esa de que “un tonto siempre encuentra a otro tonto aún más tonto que le admire”. Con este espíritu en mente logró llegar a ser elegido secretario general del Partido Popular (sucediendo así a Mao Zedong… un momento, ¿de quién son estos datos, google? WTF!?).
Sólo necesitó 7 años para ganar las elecciones, con el apoyo de varios partidos nacionalistas (CiU, PNV…), que no sabían lo que se les venía encima. Su estrategia de oposición fue, todo hay que decirlo, magnífica. Una auténtica innovación dentro de la política: hasta entonces, los políticos habían gastado tiempo devanándose los sesos para conseguir argumentos intelectualmente satisfactorios con los que apoyar racionalmente sus posiciones. La teoría de Aznar es que eso no era realmente necesario, y dispuesto a demostrarlo comenzó a decir a todas horas que Felipe González (el presidente de aquél entonces) tenía que irse. Ni siquiera dijo que había que echarle o que lo estuviese haciendo mal. No. Sólo que tenía que irse. Sin decir donde, ni decir por qué.
Dicha estrategia pareció no funcionar al principio. Pero pronto, la mentalidad neandertal y el pensamiento paleolítico que componen en su mayor parte la gran riqueza cultural de nuestro país entró en funcionamiento, y finalmente no solo ya la gran mayoría de los votantes, sino Felipe González mismo, creían que tenía que irse.
El gobierno de Aznar fue un periodo glorioso. Bueno, quizá no glorioso. Es posible que se perdiera poder adquisitivo, pero cualquiera que se queje es que no estaba entre los que comenzaron a ganar dinero gracias a la especulación de la vivienda, creando una burbuja que luego petaría años más tarde (y no os engañéis, si el PP gana las próximas elecciones, su solución para la crisis va a ser ponerse a soplar sobre un montón de ladrillos a ver si con suerte crea otra burbuja inmobiliaria). Aznar también manifestó su apego al movimiento ecologista firmando el Protocolo de Kyoto (que luego se pasó sistemáticamente por el escroto).
Como datos menores, rollo a pie de página, introdujo al país en dos guerras, fue indirectamente responsable de la muerte de 191 personas en los atentados del 11M y recuperó gloriosamente el control militar del peñasco de Perejil, elemento imprescindible del gran imperio español donde no se pone el Sol (cosa que está bien indicar, ya que si un día por descuido se pusiera el Sol ahí, morirían todos los españoles quemados).
Tras terminar su mandato, Aznar se dedica a viajar por el mundo, escribir libros que bien podrían estar llenos de faltas de ortografía porque no los lee ni su editor, dar conferencias y recibir doctorados honoris causa de universidades fascistoides nostálgicas de la época de Mussolini.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
SONIC THE HEDGEDOG
Hace un tiempo un amigo me explicó que, en Japón, la marihuana está tan mal vista como cualquier droga dura y eso, sinceramente, no me sorprende. Sólo hay que ver la de cosas absolutamente demenciales que provienen de ese maldito islote para saber que esa gente no necesita fumar nada. Ya de por sí están mal de la puta cabeza.
Por ejemplo en Youtube, si buscas cosas con alfabeto occidental puedes encontrar movidas medianamente locas (igual que si escribes cosas en cirílico, que únicamente te salen videos de borrachos peleando). Ahora bien, sólo tienes que teclear un par de letras en japonés para desbloquear un mundo jodidamente nuevo lleno de las pajas mentales del Joker y cosas que se la pondrían dura a Freud.
(¿No me crees? http://www.youtube.com/watch?v=NENOb9fXL2s&feature=related ).
Pero no he venido a hablar de Japón (ya hablaré de ello cuando los Välar la hundan como a la jodida Númenor). He venido a hablar de Sonic The Hedgedog (que debería haber sido traducido como “Sónico, el Perro Afilado”, pero nunca lo fue. Traductores sudamericanos, ¡me estáis fallando!)
No voy a hablar mucho de la Megadrive (aunque dicho tema es debidamente anotado), ni tampoco de la Master System (que si lo traduces queda algo que suena como si fuese un puto superordenador del MIT a pesar de que la jodida consola aquella tenía la potencia de una calculadora de bolsillo. Daba igual: el hecho de tener que soplar dentro para quitarle el polvo cada vez que ibas a jugar le quitaba absolutamente todo el glamour al trasto).
Sólo diré que no sé para qué narices pusieron tres botones en el mando (Megadrive), si al final tanto Sonic como en casi todos los juegos los tres botones servían para lo mismo, para saltar. Y si podías hacer cualquier otra cosa, como el doble giro superdestructor en el aire (wtf), o el ataque de Kaito que podías hacer en el Sonic 3 (japoneses = fumados, recordemos), en vez de usar otro botón tenías que pulsar dos veces el de saltar. Putos locos derrochadores de botones.
Quizá por eso en Sonic 3 en vez del melódico canto de SEGA, lo gritaba un tío que parecía que le hubiesen dado una patada en los cojones.
Al principio Sonic parecía un juego bastante más sencillo de lo que era, sobretodo porque estábamos acostumbrados al Super Mario, que de un toque ya morías. Todos los enemigos eran cancerígenos, venenosos, radioactivos y mordían y te ponían sus huevos dentro.
Pero Sonic no era así, su teoría era la siguiente: cada vez que chocabas contra un malo, a Sonic se le caían todos los anillos (igual que si chocas con un gitano), y tenías que saltar por ahí de nuevo para recogerlos.
Pero te mataban igual, ¿por qué? Porque Sonic era un juego enrevesao. Super Mario era fácilmente comprensible, hasta para niños retrasados e hipervitaminados como nosotros: salían pinchos, plantas carnívoras, especie de ñordos marrones con patas que caminaban y te miraban con cara de mala leche (y por eso sabías que eran malos).
Los enemigos de Sonic, en cambio, no se sabe qué coño son o qué ostias pretenden. El Dr. Robotnik (ya me dirán que clase de doctorado se sacó ese tío para llegar a la conclusión de que dentro de los robots había que poner un animalillo adorable para que funcionasen) se sacaba del culo toda clase de inventos con forma de huevo (por eso se le llama Dr. Eggman en algunas traducciones americanas, el exacerbado tamaño de sus testículos que se mencionaba en el manual de instrucciones no tenía nada que ver).
Con el tiempo, a Sonic le fueron apareciendo seguidores y secundarios (como por ejemplo Tails, un zorro con dos colas, cosa que le permitía volar, no busquéis el sentido. O también Knuckles, un tío que en Sonic 3 salía riéndose y te destruía un puente... pero que les pareció guay y por eso es que al siguiente juego lo podías controlar). Además, los creadores del juego más tarde decidieron pasarse a la heroína y gracias a eso Sonic pudo transformarse en SuperSayan de ahí en adelante.
Por ejemplo en Youtube, si buscas cosas con alfabeto occidental puedes encontrar movidas medianamente locas (igual que si escribes cosas en cirílico, que únicamente te salen videos de borrachos peleando). Ahora bien, sólo tienes que teclear un par de letras en japonés para desbloquear un mundo jodidamente nuevo lleno de las pajas mentales del Joker y cosas que se la pondrían dura a Freud.
(¿No me crees? http://www.youtube.com/watch?v=NENOb9fXL2s&feature=related ).
Pero no he venido a hablar de Japón (ya hablaré de ello cuando los Välar la hundan como a la jodida Númenor). He venido a hablar de Sonic The Hedgedog (que debería haber sido traducido como “Sónico, el Perro Afilado”, pero nunca lo fue. Traductores sudamericanos, ¡me estáis fallando!)
No voy a hablar mucho de la Megadrive (aunque dicho tema es debidamente anotado), ni tampoco de la Master System (que si lo traduces queda algo que suena como si fuese un puto superordenador del MIT a pesar de que la jodida consola aquella tenía la potencia de una calculadora de bolsillo. Daba igual: el hecho de tener que soplar dentro para quitarle el polvo cada vez que ibas a jugar le quitaba absolutamente todo el glamour al trasto).
Sólo diré que no sé para qué narices pusieron tres botones en el mando (Megadrive), si al final tanto Sonic como en casi todos los juegos los tres botones servían para lo mismo, para saltar. Y si podías hacer cualquier otra cosa, como el doble giro superdestructor en el aire (wtf), o el ataque de Kaito que podías hacer en el Sonic 3 (japoneses = fumados, recordemos), en vez de usar otro botón tenías que pulsar dos veces el de saltar. Putos locos derrochadores de botones.
Quizá por eso en Sonic 3 en vez del melódico canto de SEGA, lo gritaba un tío que parecía que le hubiesen dado una patada en los cojones.
Al principio Sonic parecía un juego bastante más sencillo de lo que era, sobretodo porque estábamos acostumbrados al Super Mario, que de un toque ya morías. Todos los enemigos eran cancerígenos, venenosos, radioactivos y mordían y te ponían sus huevos dentro.
Pero Sonic no era así, su teoría era la siguiente: cada vez que chocabas contra un malo, a Sonic se le caían todos los anillos (igual que si chocas con un gitano), y tenías que saltar por ahí de nuevo para recogerlos.
Pero te mataban igual, ¿por qué? Porque Sonic era un juego enrevesao. Super Mario era fácilmente comprensible, hasta para niños retrasados e hipervitaminados como nosotros: salían pinchos, plantas carnívoras, especie de ñordos marrones con patas que caminaban y te miraban con cara de mala leche (y por eso sabías que eran malos).
Los enemigos de Sonic, en cambio, no se sabe qué coño son o qué ostias pretenden. El Dr. Robotnik (ya me dirán que clase de doctorado se sacó ese tío para llegar a la conclusión de que dentro de los robots había que poner un animalillo adorable para que funcionasen) se sacaba del culo toda clase de inventos con forma de huevo (por eso se le llama Dr. Eggman en algunas traducciones americanas, el exacerbado tamaño de sus testículos que se mencionaba en el manual de instrucciones no tenía nada que ver).
Con el tiempo, a Sonic le fueron apareciendo seguidores y secundarios (como por ejemplo Tails, un zorro con dos colas, cosa que le permitía volar, no busquéis el sentido. O también Knuckles, un tío que en Sonic 3 salía riéndose y te destruía un puente... pero que les pareció guay y por eso es que al siguiente juego lo podías controlar). Además, los creadores del juego más tarde decidieron pasarse a la heroína y gracias a eso Sonic pudo transformarse en SuperSayan de ahí en adelante.
domingo, 19 de septiembre de 2010
Ciencia: mi reflexión
No me malinterpretéis: le doy las gracias a la ciencia por los ordenadores, que han permitido llevar el sexo y la pornografía a todos los hogares, la medicina, que nos permite mantener con vida a personas que deberían haber muerto hace un montón de años, cuando perdieron calidad de vida, o los coches capaces de transportarte durante varios kilómetros sin necesidad de consumir grandes cantidades de alfalfa e ir dejando enormes ñordos por las calzadas, cosa que seguro es del agrado de los ocasionales caminantes.
Pero creo sinceramente que hemos perdido el rumbo de la investigación científica. Por ejemplo, si hoy mismo interceptásemos a un científico en su camino a la reunión periódica de su club de fans de Star Trek, le colocásemos una bolsa negra en la cabeza, le montásemos en una furgoneta en marcha y le preguntásemos, poniéndole el cañón de una pistola de 9mm en la boca, cual es el objetivo de la ciencia, nos respondería que “hacer un mundo mejor para los seres humanos” o “descubrir los últimos secretos del universo”. (Aunque bueno, dicho todo esto, quizá también preguntaría bastante asustado si vamos a violarle). No, científico, no. No vamos a violarte. Sólo a matarte. Porque eso es de hippies.
Por eso digo que hemos perdido el rumbo. Antes, el tipo hubiese contestado sin vacilar que la ciencia es algo que sirve para sentirnos superiores a los ignorantes, y para poder contradecir todo lo que decían nuestras madres (véase: que por hacerte pajas te quedarías ciego).
No nos engañemos, el espíritu científico no nació cuando un griego miró al agua en un desinteresado acto contemplativo y se preguntó por qué no todo era agua, e hizo unas primeras deducciones a partir de dichas observaciones.
… Más bien nació cuando ese griego se acostó bien cabreado después de haber debatido acaloradamente con un vecino sobre cualquier gilipoyez (véase: ¿por qué si llevo desde los cero putos años bebiendo agua, no estoy hecho de agua? Por mucho que haya meado, si siempre meo menos que bebo, ¡debería estar hecho de agua!). El griego, acostado en su cama pero incapaz de dormir, se agitaba y farbullaba toda clase de insultos. Las observaciones implicadas eran que el vecino había estado en la guerra y tenía unos brazos como dos leños de roble, y la única predicción que había por ahí en medio es que era probable que como fuese allí a discutirle a voces le arrancasen la cabeza de un guantazo.
Y entonces, en medio de la noche, al griego se le ocurrió cambiar de enemigo. Como no podía enfrentarse a su vecino (bueno, si podía, pero deberían recogerle luego con espátula y se necesitarían tecnologías que tardarían aún 2.000 años en aparecer para diferenciar los pedazos de su cara destrozada de los del suelo), decidió enfrentarse a la teoría de su vecino. Al día siguiente, tenemos al griego en el ágora, tratando de convencer a los borrachuzos que pasan mediante sus “razones científicas”, razones que se parecen tanto a las empleadas hoy por la ciencia como un puto neandertal se parece a nosotros. Pero razones, al fin y al cabo.
Una semanas más tarde, para cualquier griego con dos dedos de frente es obvio que los seres humanos estamos hechos íntegramente de agua. La razón ha triunfado.
Estas y otras acciones darían fruto a lo que hoy conocemos: tres mil años de historia de la ciencia, resumibles como una gran cadena de OWNEDs históricos consecutivos (Tolomeo ownea a Aristóteles, Copérnico ownea a Tolomeo, Newton ownea a Copérnico, Einstein ownea a Newton, Schrödinger ownea a Einstein...) con eventuales regresiones a etapas teológicas en la que se aceptan como argumentos válidos el “si algo pasa, es porque Dios lo ha querido” y ¡Cristo, cristo, cristo es el más listo!” (que no es propiamente un argumento, sino una especie de cántico de hurra que pueden cantar los borrachos bajo riesgo de blasfemia, pero que tuvo más peso científico en la historia de la humanidad en sentido global que todos los experimentos que puedas hacer en tu puta vida con el Large Hadron Collider del CERN), algo tan irónico como el hecho de que un iletrado cualquiera con una habilidad suficientemente alta a a hora de manipular el movimiento de un balón utilizando los pies o que una tía con glandulas mamarias de tamaño considerable y un buen estilista son capaces de imprimir su nombre en la historia con mucha más fuerza que el mayor cerebro del MIT.
Al fin y al cabo, creo que estaremos de acuerdo em que a Einstein se le recuerda más por ese par de magdalenas que tenía por pelo que por la brillantez de sus teorías.
Pero creo sinceramente que hemos perdido el rumbo de la investigación científica. Por ejemplo, si hoy mismo interceptásemos a un científico en su camino a la reunión periódica de su club de fans de Star Trek, le colocásemos una bolsa negra en la cabeza, le montásemos en una furgoneta en marcha y le preguntásemos, poniéndole el cañón de una pistola de 9mm en la boca, cual es el objetivo de la ciencia, nos respondería que “hacer un mundo mejor para los seres humanos” o “descubrir los últimos secretos del universo”. (Aunque bueno, dicho todo esto, quizá también preguntaría bastante asustado si vamos a violarle). No, científico, no. No vamos a violarte. Sólo a matarte. Porque eso es de hippies.
Por eso digo que hemos perdido el rumbo. Antes, el tipo hubiese contestado sin vacilar que la ciencia es algo que sirve para sentirnos superiores a los ignorantes, y para poder contradecir todo lo que decían nuestras madres (véase: que por hacerte pajas te quedarías ciego).
No nos engañemos, el espíritu científico no nació cuando un griego miró al agua en un desinteresado acto contemplativo y se preguntó por qué no todo era agua, e hizo unas primeras deducciones a partir de dichas observaciones.
… Más bien nació cuando ese griego se acostó bien cabreado después de haber debatido acaloradamente con un vecino sobre cualquier gilipoyez (véase: ¿por qué si llevo desde los cero putos años bebiendo agua, no estoy hecho de agua? Por mucho que haya meado, si siempre meo menos que bebo, ¡debería estar hecho de agua!). El griego, acostado en su cama pero incapaz de dormir, se agitaba y farbullaba toda clase de insultos. Las observaciones implicadas eran que el vecino había estado en la guerra y tenía unos brazos como dos leños de roble, y la única predicción que había por ahí en medio es que era probable que como fuese allí a discutirle a voces le arrancasen la cabeza de un guantazo.
Y entonces, en medio de la noche, al griego se le ocurrió cambiar de enemigo. Como no podía enfrentarse a su vecino (bueno, si podía, pero deberían recogerle luego con espátula y se necesitarían tecnologías que tardarían aún 2.000 años en aparecer para diferenciar los pedazos de su cara destrozada de los del suelo), decidió enfrentarse a la teoría de su vecino. Al día siguiente, tenemos al griego en el ágora, tratando de convencer a los borrachuzos que pasan mediante sus “razones científicas”, razones que se parecen tanto a las empleadas hoy por la ciencia como un puto neandertal se parece a nosotros. Pero razones, al fin y al cabo.
Una semanas más tarde, para cualquier griego con dos dedos de frente es obvio que los seres humanos estamos hechos íntegramente de agua. La razón ha triunfado.
Estas y otras acciones darían fruto a lo que hoy conocemos: tres mil años de historia de la ciencia, resumibles como una gran cadena de OWNEDs históricos consecutivos (Tolomeo ownea a Aristóteles, Copérnico ownea a Tolomeo, Newton ownea a Copérnico, Einstein ownea a Newton, Schrödinger ownea a Einstein...) con eventuales regresiones a etapas teológicas en la que se aceptan como argumentos válidos el “si algo pasa, es porque Dios lo ha querido” y ¡Cristo, cristo, cristo es el más listo!” (que no es propiamente un argumento, sino una especie de cántico de hurra que pueden cantar los borrachos bajo riesgo de blasfemia, pero que tuvo más peso científico en la historia de la humanidad en sentido global que todos los experimentos que puedas hacer en tu puta vida con el Large Hadron Collider del CERN), algo tan irónico como el hecho de que un iletrado cualquiera con una habilidad suficientemente alta a a hora de manipular el movimiento de un balón utilizando los pies o que una tía con glandulas mamarias de tamaño considerable y un buen estilista son capaces de imprimir su nombre en la historia con mucha más fuerza que el mayor cerebro del MIT.
Al fin y al cabo, creo que estaremos de acuerdo em que a Einstein se le recuerda más por ese par de magdalenas que tenía por pelo que por la brillantez de sus teorías.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
martes, 7 de septiembre de 2010
DUMBO: Una película nazi
En inglés, Dumb significa “mudo”, o también “tonto”, siendo “Retrasao, el efante que podía volar” la traducción más adecuada para el filme que hoy tratamos.
En efecto, Dumbo era un mutante, un paria entre los suyos. Todos se burlaban de él y de sus grotescas orejas gigantes, y su madre había sido una loca peligrosa a la que habían tenido que ejecutar, y todo era una mierda para él hasta que conoció a un ratón que le hizo creer en sí mismo y le enseñó que en virtud de esas orejas inmensas (y, suponemos, el uso de sus múltiples poderes mentales de mutante, cosa que aunque no se explicita en la película se deja a entender en incontables ocasiones, ya que un elefante pesa demasiado y su cuerpo no es aerodinámico, cosa que a todas luces le imposibilita para volar sin ayuda de explosivos o de un chorro de fuego que le sea capaz de emitir a través de la trompa) podía desplazarse por el aire.
Casi podría decirse que la película Precious está inspirada en Dumbo, pero no porque sus protagonistas compartan una abominable obesidad e ingente tonelaje (que también), sino porque ambas películas tienen el mismo mensaje: que todos los minusválidos, seres particularmente diferentes físicamente o personas que no encajan con nuestra definición de normal han de ser víctimas del ostracismo y la marginación, que no solo podemos sino que debemos burlarnos de ellos y maltratarles, EXCEPTO si su amorfidad les proporciona una habilidad especial que puede ser utilizada para el beneficio de la masa de los normales, o como a los cineastas nos gusta decir, seres humanos no imperfectos.
Por eso, Dumbo es al final aceptado entre los suyos: porque poder volar permite entretener a la gente que visita el circo (casi todos ellos, sin duda personajes adinerados de la sociedad alemana), que observando la peculiar escena pueden relajarse de sus elevadísimas tareas profesionales (inventar la bomba atómica, por ejemplo).
Otra película en esta línea es Forrest Gump, que era tonto pero sabía correr y jugar de puta madre al ping pong. En definitiva, que los tontos y deformes del cine siempre deben tener una característica redentora en la que sean muy buenos para que nos caigan bien.
La gorda de Precious, en cambio, al no disponer de ninguna habilidad especial (no pinta, no baila, no es ni siquiera capaz de cantar correctamente) no tiene ninguna habilidad redentora, y por eso debe morir, lo cual es el mensaje final de dicha película, creo que estaremos todos de acuerdo.
Porque, no sé si lo habéis pensado alguna vez, pero la peli de Dumbo tiene ya 70 putos años. De hecho, fue estrenada en plena guerra mundial. De hecho, Dumbo iba a ocupar la portada del número de diciembre del Time, pero fue desechado debido al ataque de Pearl Harbor. En lugar de un elefante con orejas que le permitían volar pusieron las fotos de un piloto japonés sin piernas que le permitían poner más explosivos en el avión para lanzarse en plan kamikaze.
¿Casualidad? Yo no lo creo.
Yo creo que la película fue deliberadamente saboteada por parte de fuerzas aliadas. Es más, me atrevo a afirmar que el verdadero motivo de que los americanos obviaran las alertas sobre los movimientos de tropas del ejército japonés era fastidiar la promoción de la película. Y os puedo explicar por qué: Los americanos temían a Disney.
Digamos la verdad: Disney eran unos colaboracionistas y Hitler era reconocido seguidor de sus películas. De hecho era normal emitir películas de Disney en las reuniones propagandísticas nazis (para atraer a los niños), por eso hay una película donde el Pato Donald se hace miembro de las SS.
La conversación del Estado Mayor de los Aliados debió ser algo así: “Es una película de dibujos que sólo ven niños… ahora. Pero algún día esos niños se harán mayores y podrán cargar con un rifle. Serán soldados. ¿Y a quién le serán fieles? Al tío Sam, ¿¡o a un simpático pato que lleva tatuada la esvástica en el culo!? Créanme, podemos permitirnos perder Gran Bretaña (“¿Qué dices, cabrón?”, interrumpió Churchill en aquél momento. Nadie le hizo caso). ¡Pero no podemos permitirnos que una película sobre un elefante que puede volar vea la luz!”.
¿Triunfaron? La reedición en 1997 de la película opina que NO.
En efecto, Dumbo era un mutante, un paria entre los suyos. Todos se burlaban de él y de sus grotescas orejas gigantes, y su madre había sido una loca peligrosa a la que habían tenido que ejecutar, y todo era una mierda para él hasta que conoció a un ratón que le hizo creer en sí mismo y le enseñó que en virtud de esas orejas inmensas (y, suponemos, el uso de sus múltiples poderes mentales de mutante, cosa que aunque no se explicita en la película se deja a entender en incontables ocasiones, ya que un elefante pesa demasiado y su cuerpo no es aerodinámico, cosa que a todas luces le imposibilita para volar sin ayuda de explosivos o de un chorro de fuego que le sea capaz de emitir a través de la trompa) podía desplazarse por el aire.
Casi podría decirse que la película Precious está inspirada en Dumbo, pero no porque sus protagonistas compartan una abominable obesidad e ingente tonelaje (que también), sino porque ambas películas tienen el mismo mensaje: que todos los minusválidos, seres particularmente diferentes físicamente o personas que no encajan con nuestra definición de normal han de ser víctimas del ostracismo y la marginación, que no solo podemos sino que debemos burlarnos de ellos y maltratarles, EXCEPTO si su amorfidad les proporciona una habilidad especial que puede ser utilizada para el beneficio de la masa de los normales, o como a los cineastas nos gusta decir, seres humanos no imperfectos.
Por eso, Dumbo es al final aceptado entre los suyos: porque poder volar permite entretener a la gente que visita el circo (casi todos ellos, sin duda personajes adinerados de la sociedad alemana), que observando la peculiar escena pueden relajarse de sus elevadísimas tareas profesionales (inventar la bomba atómica, por ejemplo).
Otra película en esta línea es Forrest Gump, que era tonto pero sabía correr y jugar de puta madre al ping pong. En definitiva, que los tontos y deformes del cine siempre deben tener una característica redentora en la que sean muy buenos para que nos caigan bien.
La gorda de Precious, en cambio, al no disponer de ninguna habilidad especial (no pinta, no baila, no es ni siquiera capaz de cantar correctamente) no tiene ninguna habilidad redentora, y por eso debe morir, lo cual es el mensaje final de dicha película, creo que estaremos todos de acuerdo.
Porque, no sé si lo habéis pensado alguna vez, pero la peli de Dumbo tiene ya 70 putos años. De hecho, fue estrenada en plena guerra mundial. De hecho, Dumbo iba a ocupar la portada del número de diciembre del Time, pero fue desechado debido al ataque de Pearl Harbor. En lugar de un elefante con orejas que le permitían volar pusieron las fotos de un piloto japonés sin piernas que le permitían poner más explosivos en el avión para lanzarse en plan kamikaze.
¿Casualidad? Yo no lo creo.
Yo creo que la película fue deliberadamente saboteada por parte de fuerzas aliadas. Es más, me atrevo a afirmar que el verdadero motivo de que los americanos obviaran las alertas sobre los movimientos de tropas del ejército japonés era fastidiar la promoción de la película. Y os puedo explicar por qué: Los americanos temían a Disney.
Digamos la verdad: Disney eran unos colaboracionistas y Hitler era reconocido seguidor de sus películas. De hecho era normal emitir películas de Disney en las reuniones propagandísticas nazis (para atraer a los niños), por eso hay una película donde el Pato Donald se hace miembro de las SS.
La conversación del Estado Mayor de los Aliados debió ser algo así: “Es una película de dibujos que sólo ven niños… ahora. Pero algún día esos niños se harán mayores y podrán cargar con un rifle. Serán soldados. ¿Y a quién le serán fieles? Al tío Sam, ¿¡o a un simpático pato que lleva tatuada la esvástica en el culo!? Créanme, podemos permitirnos perder Gran Bretaña (“¿Qué dices, cabrón?”, interrumpió Churchill en aquél momento. Nadie le hizo caso). ¡Pero no podemos permitirnos que una película sobre un elefante que puede volar vea la luz!”.
¿Triunfaron? La reedición en 1997 de la película opina que NO.
domingo, 5 de septiembre de 2010
WARHAMMER
Warhammer podría ser traducido como Martillo de Guerra (o como cualquier otra cosa, en realidad, si no supiésemos inglés), aunque el susodicho Martillo no aparece por ningún lado. Ahora, en cuanto a Guerra, de eso sí que podemos encontrar un huevo, ya que básicamente el mundo de Warhammer está plagado de varias razas, a cada cual más ridícula, que sólo piensan en abrirse la cabeza las unas a las otras utilizando palos, espadas, mazas o lo que poyas encuentren.
No obstante, y a pesar de que dicha descripción parece prometer el mayor juego que la humanidad ha tenido nunca, hay mucha gente que no sabe una mierda de Warhammer, sólo que son unas figuritas que hay que pintar. De hecho, para la gran mayoría, pintar las figurillas es toda la diversión.
Pero en la época del Paint, con botones en forma de cubo de pintura que rellenan automáticamente los espacios, eso de tener que pintar poco a poco es como del siglo pasado. Algo antinatural. La gente se aburre y acaba pintando los regimientos de enanos sedientos de sangre y cerveza de color fucsia y rosa.
Y os sorprendería la cantidad de ejércitos de enanos homosexuales que andan por ahí… y lo que hacen con sus enemigos una vez los han derrotado. Una pista: no sólo les saquean las botas y todo el oro que lleven encima.
Y todo esto sólo porque creen que es muy difícil jugar. Creen que no son lo suficientemente inteligente para manejar un grupo de guerreros de plastiquillo (o metal, quizá) y vencer a otro tipo de inteligencia media que controla otro ejército igual. Que hay que ser un genio para lograr eso.
Tienen razón. Eso es más jodidamente complicado que su puta madre. Hay que ser físico nuclear para aprender a jugar a esa mierda. Yo no sé quien coño escribió las reglas de ese juego, mi teoría es Nikola Tesla. Por eso, yo os presento mi pequeño libro de normas, todo lo que hay que saber sobre Warhammer:
Lo primero es que todas las figurillas de Warhammer van incrustadas en un pedazo de suelo llamado peana. Colocando las unas junto a las otras, las figurillas forman una especie de albóndiga rectangular de la que sobresalen toda clase de pinchos y cabezas, como una auténtica marea humana de bersekers, sin ningún tipo de sentido. Dicha albóndiga puede ser lanzada contra otros ejércitos enemigos con destructivas consecuencias (bueno, todo lo destructivo que puede ser tirar dados sobre una mesa rodeada por frikis gordos).
El objetivo del juego, como es obvio, es que tus albóndigas sean las últimas en quedar en pie. A lo largo de los años miles de jugadores expertos han creado muy diversas tácticas para lograr derrotar a los rivales (golpearle con una barra de hierro cuando está distraído, fingir que le amas, cambiar los dados por microexplosivos activados por movimiento que dejen manco al rival cuando trate de usarlos, inutilizando su capacidad para mover las figurillas…), incluso quizá recomienden dividir el grupo en dos regimientos y efectuar una maniobra de pinza sobre los ingenuos y homosexuales rivales.
No dejéis que os engañen. La mejor manera de vencer en Warhammer es una maniobra concentrada de todas las tropas dirigidas de manera coordinada contra la primera línea del enemigo. Es decir, una puta carga frontal (llamada comúnmente “suicida” porque, uhm… es un suicidio para quien intenta enfrentarse a alguien que la realiza). Así que junta a todos tus tipos y lánzalos en línea recta. Ganarás.
Napoleón lo sabía, los romanos lo sabían, los cartagineses lo sabían, y ahora lo sabes tú.
jueves, 2 de septiembre de 2010
Argentina, buen lugar
La palabra argentina proviene de argentum (que en latín significa plata), porque, como nos dice nuestro experto Ruferto Cejicorto, “¡aquí se vinieron todos los capos ricachones loco! ¡Todos los mishones se trajeron, estaban shenos de plata esos pibes!”. Es un país bastante gordo que cuelga de Sudamérica, al lado de Chile, que son todas las playas del este de Argentina juntas, autoproclamadas como estado independiente.
Algunas voces (despreciadas por la ciencia) dicen que había pobladores nativos en Argentina antes de la llegada de los europeos e investigan su “supuesta” cultura. Obviamente eso es un craso error, porque como cualquier occidental sabe desde su edad más temprana, en ningún país de América Latina sucedió absolutamente nada hasta que los europeos desembarcaron. Sólo a partir de ese momento, y bajo una enorme señal luminosa que indicaba “User ARGENTINA has joined the game” comenzaron a pasar cosas en esa zona que mereciesen ser recogidas por la Historia. Antes, sólo cuatro chalados en taparrabos cazando conejos (o su equivalente selvático).
La capital de Argentina es Buenos Aires (paradójicamente, tan contaminada atmosféricamente como cualquier otra gran ciudad del mundo). Ahí se inventó el tango, una modalidad de danza mitad baile de salón mitad violación. Dicha ciudad es una de las que posee un índice PAI más bajo de toda América Latina (PAI = Probabilidad de Apuñalamiento Inesperado).
Una conocida especialidad culinaria de Argentina son las pastas con dulce de leche (que es una cosa que les sale a los argentinos del pene después de haberlo masajeado fervientemente). Dichas pastas tienen un sabor dulzón y pueden provocar el embarazo en caso de ser aplicadas en el interior de la vagina de una mujer lo suficientemente fértil.
Argentin saltó a los periódicos de medio mundo hace unos años por haber sufrido una crisis bancaria bastante heavy (acabaron con más números rojos que una reunión del partido comunista).
La causa fue que durante once años en Argentina podía cambiarse, tal cual, un dólar americano (valorado en 3.9 pesos argentinos) por un peso argentino (valorado en un cubo lleno de mierda hasta rebosar).
Obviamente, la gente usaba el cambio constantemente porque así, básicamente, multiplicaban su dinero por tres, sin hacer absolutamente nada. El dinero estaba apareciendo mágicamente y no, tranquilos, eso no desafía las leyes más básicas de la materia y la energía (nada se crea ni se destruye, sólo se transforma). Efectivamente, no se estaba “creando” nada.
La pasta de la diferencia entre el dólar y el peso la ponía el estado de su bolsillo (mira qué majos). Y por supuesto, nada se destruía, sólo se transformaba: transformaba las arcas del estado argentino, antes llenas, en un sitio más vacío que las inmediaciones de un puto agujero negro… Vaya, que no había que ser muy listo para ver que aquello iba a acabar mal del cagarse.
Al final, hubo que prohibir que la gente pudiera sacar su dinero del banco, cosa que muchos criticaron, dijeron que aquello parecía el comunismo, aunque esas afirmaciones son completamente ridículas y faltas de fundamento: nunca es comunismo si es para ayudar a los ricos.
Eso hizo que todos se volvieran locos y comenzaran a saquear supermercados y tiendas varias. En parte como protesta, y en parte porque los argentinos llevaban mucho tiempo queriendo hacerse con una de esas nuevas teles con pantalla de plasma, y qué cojones.
Finalmente echaron a los políticos que habían metido estas políticas impopulares. Los cabecillas de la muchedumbre asaltaron el palacio presidencial para revisar las cuentas y dijeron lo siguiente: “Ah… pues no, no mentían los políticos. Somos pobres, tendremos que jodernos… ¿Qué hacéis todavía aquí? Vamos, vamos, ¡dispersaos! ¡Cada uno a su casa!”.
Y así terminó todo: tuvieron que irse recuperando poco a poco. Vaya por dios.
Algunas voces (despreciadas por la ciencia) dicen que había pobladores nativos en Argentina antes de la llegada de los europeos e investigan su “supuesta” cultura. Obviamente eso es un craso error, porque como cualquier occidental sabe desde su edad más temprana, en ningún país de América Latina sucedió absolutamente nada hasta que los europeos desembarcaron. Sólo a partir de ese momento, y bajo una enorme señal luminosa que indicaba “User ARGENTINA has joined the game” comenzaron a pasar cosas en esa zona que mereciesen ser recogidas por la Historia. Antes, sólo cuatro chalados en taparrabos cazando conejos (o su equivalente selvático).
La capital de Argentina es Buenos Aires (paradójicamente, tan contaminada atmosféricamente como cualquier otra gran ciudad del mundo). Ahí se inventó el tango, una modalidad de danza mitad baile de salón mitad violación. Dicha ciudad es una de las que posee un índice PAI más bajo de toda América Latina (PAI = Probabilidad de Apuñalamiento Inesperado).
Una conocida especialidad culinaria de Argentina son las pastas con dulce de leche (que es una cosa que les sale a los argentinos del pene después de haberlo masajeado fervientemente). Dichas pastas tienen un sabor dulzón y pueden provocar el embarazo en caso de ser aplicadas en el interior de la vagina de una mujer lo suficientemente fértil.
En el aspecto futbolístico, Argentina... eh... euhr...
Lo siento me he perdido. ¿De qué estábamos hablando?
Lo siento me he perdido. ¿De qué estábamos hablando?
Argentin saltó a los periódicos de medio mundo hace unos años por haber sufrido una crisis bancaria bastante heavy (acabaron con más números rojos que una reunión del partido comunista).
La causa fue que durante once años en Argentina podía cambiarse, tal cual, un dólar americano (valorado en 3.9 pesos argentinos) por un peso argentino (valorado en un cubo lleno de mierda hasta rebosar).
Obviamente, la gente usaba el cambio constantemente porque así, básicamente, multiplicaban su dinero por tres, sin hacer absolutamente nada. El dinero estaba apareciendo mágicamente y no, tranquilos, eso no desafía las leyes más básicas de la materia y la energía (nada se crea ni se destruye, sólo se transforma). Efectivamente, no se estaba “creando” nada.
La pasta de la diferencia entre el dólar y el peso la ponía el estado de su bolsillo (mira qué majos). Y por supuesto, nada se destruía, sólo se transformaba: transformaba las arcas del estado argentino, antes llenas, en un sitio más vacío que las inmediaciones de un puto agujero negro… Vaya, que no había que ser muy listo para ver que aquello iba a acabar mal del cagarse.
Al final, hubo que prohibir que la gente pudiera sacar su dinero del banco, cosa que muchos criticaron, dijeron que aquello parecía el comunismo, aunque esas afirmaciones son completamente ridículas y faltas de fundamento: nunca es comunismo si es para ayudar a los ricos.
Eso hizo que todos se volvieran locos y comenzaran a saquear supermercados y tiendas varias. En parte como protesta, y en parte porque los argentinos llevaban mucho tiempo queriendo hacerse con una de esas nuevas teles con pantalla de plasma, y qué cojones.
Finalmente echaron a los políticos que habían metido estas políticas impopulares. Los cabecillas de la muchedumbre asaltaron el palacio presidencial para revisar las cuentas y dijeron lo siguiente: “Ah… pues no, no mentían los políticos. Somos pobres, tendremos que jodernos… ¿Qué hacéis todavía aquí? Vamos, vamos, ¡dispersaos! ¡Cada uno a su casa!”.
Y así terminó todo: tuvieron que irse recuperando poco a poco. Vaya por dios.
martes, 31 de agosto de 2010
Star Trek: Mis comentarios
Advertencia: Aquí odiamos a los vulcanianos.
La conquista del espacio es algo que ha interesado much o al ser humano, especialmente a ése tipo de ser humano gordo y asqueroso que se sabe de m emoria los diálogos de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, y que pasa las noches en largas mazmorras de World of Warcraft llenas de bichos que cuando hablan no sabes si estan insultándote o teniendo un orgasmo.
El gran problema de la conquista espacial es que estamos rodeados de planetas muy penosos. Fijáos en el siguiente dato: NÚMERO DE ALIENÍGE NAS SEXYS DETECTADAS EN LOS PLANETAS CONOCIDOS: CERO.
Así, ¿cómo pretenden que nos interese el espacio? Si encontrásemos una sola alienígena buenorra de color azúl o verde en cualquier planeta, en 10 años ya habríamos colonizado todo el Sistema Solar, y en cuanto a Marte, ya estaríamos allí. Pero no.
De momento, por estas razones, tendremos que conformarnos con StarTrek y otras obras de ficción diseñadas con las más realistas hipótesis de cómo serán esas alienígenas buenorras que algún día encontraremos.
Pero Star Trek tiene un lado oscuro que hasta ahora nadie se ha atrevido a mencionar. Todo es “demasiado” perfecto… Por ejemplo, ¿no os extraña que con lo grande y variado que es el universo, el 90% de los alienígenas que vemos en la serie sean seres humanos ligeramente deformados (el 10% restante son efectos digitales en forma de nube que flotan por el espacio)? ¿Qué pasa si se encuentran una raza de babosas superinteligentes con un solo ojo? No creo ni que tengan camisas de su talla en la puta nave. La discriminación es más que evidente.
Con esto no digo que la Federación de Planetas tenga una constante campaña de conquista y eliminación de las razas consideradas “menos humanas”, en pos de un ideal supremacista ario-humanista. Sólo lo insinúo. Pero no nos faltan razones para sospechar. A mí no me extrañaría que un día, cuando los de la Federación por fin sean conquistados por los Borg, comiencen a aparecer campos de concentración por toda la puta galaxia, lugares llenos de babosas de superinteligentes de un solo ojo y Ferenguis (los judíos del universo). ¡Todo a su tiempo!
Porque da igual que hayas visto todos los capítulos y películas… Yo lo he hecho, y os puedo decir una cosa: a pesar de todo, no sabemos una puta mierda sobre Star Trek.
Las acciones de la Enterprise siguen siendo para nosotros todavía un jodido misterio, por ejemplo. La mitad del tiempo parece estar haciendo cosas comprensibles y útiles, como salvar la galaxia o llevar diplomáticos de un lado a otro (especialmente en la Nueva Generación). Pero la otra mitad del tiempo no sé cuál es el objetivo, aparte de la aparente pretensión de querer destruir una nave que ha costado miles de millones a los contribuyentes.
"¡Nadie dice al Grand Picard qué puede o no puede hacer!" (Jean-Luc Picard,
hablando de sí mismo en tercera persona)
hablando de sí mismo en tercera persona)
No obstante, hay que reconocer que las cosas han avanzado en Star Trek. En la serie original los personajes secundarios morían a puñados cada vez que bajaban a un planeta. En la Nueva Generación ya no tienen que esperar: ahora son asesinados a puñados dentro de la propia nave, que es una jodida trampa mortal.
Más avances: Los tripulantes de la nueva Enterprise llevan a bordo sus familias con ellos para no sentir morriña (porque es mucho mejor ponerlos en peligro enfrentándolos a lo desconocido que echarlos de menos). Eso reduce muchísimo la posibilidad de motín: siempre puede amenazarse a los alborotadores con despresurizar el camarote y lanzar a sus hijos al puto espacio.
El único problema es que, por ejemplo, si vas a Amazonia, el planeta de las mujeres sedientas de sexo, con tu familia, ¿qué haces? ¿Qué narices haces? ¡Visitar el museo de los duendecillos de jardín y comprar algodón de azúcar a tu hija mientras tus compinches gastan el equivalente a siete campos de futbol en condones!
Ya no es sólo el turismo, sino que ir con la familia a bordo te excluye también de muchas otras cosas, algunas absolutamente básicas. Te impide, por ejemplo, acceder a casi la única diversión que se puede hallar a bordo de la Enterprise: las orgías multitudinarias en la sala de hologramas.
Por eso, libres de esto, en la StarTrek original, Kirk y sus subalternos eran unos auténticos puteros galácticos, y en cada planeta tenían una vagina (o una cosa que podría ser descrita como orificio y carente de dientes, o que en caso de tenerlos permitía introducir la pilila con una probabilidad moderadamente baja de que te fuese seccionada de un mordisco) esperándoles, con la excepción quizá de Spock, que tenía, digamos, “gustos más exóticos”.
Porque StarTrek original trataba mucho más sobre la tensión sexual entre Kirk y Spock (básicamente lo mismo que Expediente X, pero en vez de una pelirroja potente te ponían a un tío raro con las orejas de punta y el pelo que parecía que se lo había cortado su madre… o el mismo peluquero que a Nobita).
Para mí, el invento más relevante de Star Trek era el replicador: un cacharro del que salían una especie de átomos azules y formaban cualquier cosa y sustancia. Pero en vez de hacer uno gigante y usarlo para construir naves espaciales en cuestión de segundos, lo utilizaban para cosas cotidianas, como para hacer café, aunque si funcionaba mal (lo cual era a menudo), la máquina se equivocaba de producto y dicho café sabía a diarrea de caballo o mierda de gato (porque si, sé que es raro, pero ambos sabores estaban configurados en la máquina), o bien estaba a medio hacer y la gente decía: “¡Puaj! ¡Está lleno de particulillas!”, en fi, demostrando que por mucha tecnología que se aplique, el axioma de que el café de máquina no es más que agua sucia y mugrienta sigue en pie.
Blog Day
Gracias a un colega mío me he enterado que hoy es el Blog Day, una movida en la que todo el mundo debe postear sus 5 blogs favoritos para promocionarlos. En MT2 siempre hemos pensado que esto no son más que chorradillas para modernillos, pero qué coño. No tengo nada mejor que hacer: Me acababa de bajar el Commandos para rejugarlo en un ataque de nostalgia que he tenido pero en vista y con el PC pepino el juego va superacelerado que no se puede ni jugar que parece que los alemanes sean el puto correcaminos no da tiempo ni a hacer clic. Si alguien sabe cómo solucionar eso, que me avise.
Estas son mis recomendaciones bloggeras. Y soy bastante abierto en cuanto a qué entiendo yo como blog:
BLOG Nº1: The Spoony Experiment (www.thespoonyexperiment.com)
La web donde Noah Antwiler (videocaster, internet reviewer y humorista en general) cuelga sus videos, reviews y diversas movidas. Lo cierto es que su trabajo es (más allá de las fallas técnicas que puedan haber, recordemos que no deja de ser material casero) realmente de una calidad increíble. Soy un fanático seguidor de este tipo y la verdad es que en esto de ser humorista online es quizá no mi mayor inspiración, pero sí mi modelo a seguir.
De hecho, si algún día consigo pasarme a video (lo cierto es que me encantaría, pero soy malísimo editando), me gustaría hacer las cosas que él hace.
BLOG Nº2: That Guy With The Glasses (www.thatguywiththeglasses.com)
Hace unos meses, quizá la mejor web de humor y reviews de toda internet, aunque según mi criterio últimamente han decaído bastante, quizá por haber metido muchos colaboradores nuevos que no llegan a la altura de los clásicos (que cada vez trabajan menos). Mis Recomendaciones: TODO lo de Nostalgia Critic y el documental sobre la historia de los Power Rangers de Linkara.
BLOG Nº3: La Pizarra de Yuri (http://lapizarradeyuri.blogspot.com/)
Blog de divulgación científica y curiosidades varias que sigo ávidamente. Creo que es posiblemente el mejor blog en español de toda la red.
BLOG Nº4: Cracked.com (www.cracked.com)
Poco a poco se están convirtiendo en los reyes del humor en Internet, y sea como sea lo cierto es que estos tipos pisan bien fuerte en todos los aspectos, la calidad del contenido (que aunque ha decaído últimamente todavía mantiene un buen nivel), la cantidad de material (tienen un montón de colaboradores), la calidad de la web, etc... lo hacen un lugar de referencia.
BLOG Nº5: Release Game (http://www.rlsgame.org)
Esta clase de webs son indispensables para los jugones piratas de hoy día, ahora que estamos en la época del megaupload y el rapidshare. Quizá no tiene tanta variedad ni fama como www.rlslog.net, pero no peta tanto como esta última y además el diseño es muy cuidado. Se nota que sea quien sea le ha metido bastante trabajo.
Estas han sido mis recomendaciones. Feliz día del blog.
¡Ahora recomendadme a mí! D_:
Estas son mis recomendaciones bloggeras. Y soy bastante abierto en cuanto a qué entiendo yo como blog:
BLOG Nº1: The Spoony Experiment (www.thespoonyexperiment.com)
La web donde Noah Antwiler (videocaster, internet reviewer y humorista en general) cuelga sus videos, reviews y diversas movidas. Lo cierto es que su trabajo es (más allá de las fallas técnicas que puedan haber, recordemos que no deja de ser material casero) realmente de una calidad increíble. Soy un fanático seguidor de este tipo y la verdad es que en esto de ser humorista online es quizá no mi mayor inspiración, pero sí mi modelo a seguir.
De hecho, si algún día consigo pasarme a video (lo cierto es que me encantaría, pero soy malísimo editando), me gustaría hacer las cosas que él hace.
BLOG Nº2: That Guy With The Glasses (www.thatguywiththeglasses.com)
Hace unos meses, quizá la mejor web de humor y reviews de toda internet, aunque según mi criterio últimamente han decaído bastante, quizá por haber metido muchos colaboradores nuevos que no llegan a la altura de los clásicos (que cada vez trabajan menos). Mis Recomendaciones: TODO lo de Nostalgia Critic y el documental sobre la historia de los Power Rangers de Linkara.
BLOG Nº3: La Pizarra de Yuri (http://lapizarradeyuri.blogspot.com/)
Blog de divulgación científica y curiosidades varias que sigo ávidamente. Creo que es posiblemente el mejor blog en español de toda la red.
BLOG Nº4: Cracked.com (www.cracked.com)
Poco a poco se están convirtiendo en los reyes del humor en Internet, y sea como sea lo cierto es que estos tipos pisan bien fuerte en todos los aspectos, la calidad del contenido (que aunque ha decaído últimamente todavía mantiene un buen nivel), la cantidad de material (tienen un montón de colaboradores), la calidad de la web, etc... lo hacen un lugar de referencia.
BLOG Nº5: Release Game (http://www.rlsgame.org)
Esta clase de webs son indispensables para los jugones piratas de hoy día, ahora que estamos en la época del megaupload y el rapidshare. Quizá no tiene tanta variedad ni fama como www.rlslog.net, pero no peta tanto como esta última y además el diseño es muy cuidado. Se nota que sea quien sea le ha metido bastante trabajo.
Estas han sido mis recomendaciones. Feliz día del blog.
¡Ahora recomendadme a mí! D_:
martes, 24 de agosto de 2010
Las historias perdidas de Zipi y Zape [COMIC]
Una auténtica primicia: dos historietas inéditas de Zipi y Zape que la editorial Bruguera consideró en su día demasiado xenófobas, sexualmente explícitas y violentas para ser publicadas (¡...cerdos fascitas! ¿Eso es lo que llaman ellos "libertad de expresión"?).
Por suerte, han sido rescatados del olvido y restaurados por mí. Disfrutemos ahora de estas pequeñas joyas perdidas:
Por suerte, han sido rescatados del olvido y restaurados por mí. Disfrutemos ahora de estas pequeñas joyas perdidas:
ZIPI Y ZAPE en... EL DR. FREUD Y EL PARRICIDIO
(Dibujado en 1974 como maniobra propagandística contra la obra de Sigmund
Freud, cuyas obras completas iban a ser reeditadas por una editorial rival.
Su impresión fue cancelada días antes de publicarse, cuando el hijo de uno
de los artistas encargados de maquetar la revista leyó el tebeo y trató de
envenenar a su progenitor).
(Dibujado en 1974 como maniobra propagandística contra la obra de Sigmund
Freud, cuyas obras completas iban a ser reeditadas por una editorial rival.
Su impresión fue cancelada días antes de publicarse, cuando el hijo de uno
de los artistas encargados de maquetar la revista leyó el tebeo y trató de
envenenar a su progenitor).
ZIPI Y ZAPE CONTRA LA PEDERASTIA
(Dibujado en 1989 como parte del proyecto "Niños, mantenéos seguros"
de la editorial Bruguera. Fue rechazado por considerarse "falto de
sensibilidad, grosero en su lenguaje y no solo rozando, sino
penetrando impúnemente en el territorio del mal gusto")
(Dibujado en 1989 como parte del proyecto "Niños, mantenéos seguros"
de la editorial Bruguera. Fue rechazado por considerarse "falto de
sensibilidad, grosero en su lenguaje y no solo rozando, sino
penetrando impúnemente en el territorio del mal gusto")
lunes, 23 de agosto de 2010
Top 4 programas con los que la TV se ha limpiado el culo con la cultura
1. Crónicas marcianas
Libro: Obra maestra del escritor de ciencia ficción Ray Bradbury (autor también de Fahrenheit 451), en la que se narra a través de diferentes relatos el proceso de colonización de Marte por parte de los humanos, y cómo esto provoca la extinción de la civilización marciana. En los relatos se tratan temas como el racismo de la sociedad norteamericana, la violencia como algo inherente al ser humano y el desamparo del hombre frente al universo.TV: Programa nocturno que consistía en reportajes sobre personajes desquiciados y estrambóticos con fines humorísticos (transexuales, videntes, “cantantes”…), debates con personajes de la prensa rosa, espectáculos de striptease y sexo softcore. Datos gloriosos: El programa era co-presentado por un enano y dos de sus presentadores fueron condenados por reírse de un discapacitado mental en una de sus entrevistas. Sencillamente fantástico.
2. Gran Hermano / 1984
Libro (1984): Obra maestra (también) de George Orwell. Posiblemente la mejor novela de ciencia ficción distópica jamás escrita. La novela trata sobre una sociedad policial dirigida por el Gran Hermano (que lo ve todo y lo sabe todo) en la que se exploran temas como la invasión de la intimidad, la capacidad manipuladora del lenguaje, el control físico y mental de los individuos de una sociedad, la educación totalitaria de la juventud, etc, con claras referencias a las doctrinas nazis y stalinista.TV (Gran Hermano): Programa de telerrealidad consistente en encerrar a un grupo de personas en una casa y emitir todos sus movimientos por televisión (una auténtica fábrica para producir famosillos y tertulianos de manera industrial). Cada semana se iba echando a una persona y el último que quedaba ganaba. Motivos adicionales de expulsión y abandono: haber ejercido la prostitución, mostrar comportamiento violento, malnutrición, síndrome de abstinencia (tabaco), comportamiento xenófobo, acoso sexual, consumo de cannabis. Woohoo!
3. Águila Roja / Assassin’s Creed
Videojuego (Assassin's Creed): juego de aventura histórica ambientado en la Edad Media en la que el jugador interpreta a un miembro de la secta de los nizaríes (o Asesinos), y debe cometer asesinatos relacionados con las intrigas templarias en Tierra Santa durante las Cruzadas. El juego destaca por su bastante acertado rigor histórico. Adicionalmente el juego trata temas como la Fe, el ateísmo y el uso de las religiones como sistemas para manipular y controlar a los pueblos. Y vale, si, hacen parkour por los tejados de las ciudades.TV (Águila Roja): La historia de un profesor de escuela que por la noche es ninja y quiere vengar el asesinato de su mujer.
Comic/Film (300): La épica historia de la batalla de las Termopilas.
TV (Spartacus): Absurda serie con rigor histórico similar al de Terminator 2, en la que follan cada 10 minutos y todas y cada una de las escenas de violencia van acompañadas de un efecto de stop-motion. Dato glorioso: en el primer capítulo, luchan contra los orcos.
PD: Lo único bueno de Spartacus es que sale Xena en topless.
viernes, 20 de agosto de 2010
Edad Media (3): Tecnología militar
Como ya dije anteriormente (en realidad, no estoy seguro de haberlo dicho), en la Edad Media el régimen político era la monarquía, es decir un tipo de organización social basado básicamente en cómo se organizan los monos: El más grande, estúpido y tonto de todos es el que manda.
Curiosidad #1: Una versión que se usa hoy día en España es la Monarquía Democrática, que significa que aunque a los líderes los elija el pueblo mediante votación, sólo los más simiescos de entre nosotros sirven como candidatos.
Gran parte del éxito que la Edad Media tuvo fue debido al llamado Sistema Feudal, una compleja red de chantajes y extorsión que permitía crear enormes ejércitos y reinos.
Todo esto se basaba en que para el rey trabajaban un montón de nobles, que eran tipos peligrosos porque al contrario que la gente normal, tenían dinero y podían comprarse mejores armaduras (en lugar de ir en taparrabos como los demás) y espadas en lugar de rastrillos, lo que les convertía en bastante poderosos en combate. Gracias a esta superioridad podían obligar a la gente a darles comida y dinero, con lo que podían contratar a más soldados y comprar mejores armas, y así obligar a pagar a más gente para contratar aún a más soldados y así sucesivamente.
En la cúspide de estos ejércitos estaban los caballeros, tipos con armaduras de metal casi indestructibles que les daban aspecto de alienígenas. A veces iban a pie, pero otras montaban a caballo (a dicho caballo también le habían puesto un montón de placas metálicas por encima y también parecía que se hubiese fusionado con un tanque o con Terminator). Su táctica favorita era la de avanzar en estampida y llevárselo todo por delante, en plan Bulldozer.
De hecho, el peso de todo esto era tan grande que los caballos no podían llevarlo todo… al menos los caballos que se tenían hasta entonces. Por este motivo, los medievales tuvieron que crear nuevas razas mutantes de caballo (no bromeo) a base de criar a los caballos más pesados y mezclarlos con razas de caballo más grandes (del Medio Oriente y tal).
Todo esto hacía de los caballeros el arma definitiva de los campos de batalla (y ya he escrito sobre ellos, por cierto: http://www.fotolog.com/moderno_total_ii/82851396)
Pero no os engañéis. Eso solo era el 1% de todos los ejércitos, que en su mayor parte estaban compuestos por campesinos llevando rastrillos y oliendo a caca de cabra y morían fácilmente (1 punto de vida)
Además, también ayudaba que la gente no tenía televisión ni videojuegos, por lo que la única diversión posible (recordemos que tampoco sabían leer) era casarse y follar con tu esposa (con cualquier otra mujer estaba prohibido). De hecho, básicamente todo estaba prohibido. Pensar por ti mismo estaba prohibido, comer mucho estaba prohibido, dedicarse a los negocios estaba prohibido. Todo estaba prohibido. Tu elección era la de no hacer nada o follar constantemente, por lo que es comprensible que se naciesen mil millones de niños. Cada segundo. Todo eso permitía que hubiesen batallas con masacres cada 5 años, y que las guerras pudiesen durar cien años.
Otro gran punto de la tecnología militar medieval eran los castillos, lugares gigantes hechos de piedra con la característica de que era muy difícil entrar. La única manera de derrotarlos era construir escaleras gigantes y lanzarse en un ataque suicida o bien cercar el castillo y esperar unos meses hasta que todos se muriesen de hambre dentro.
Como veis, todo era glamour en esta época.
Curiosidad #1: Una versión que se usa hoy día en España es la Monarquía Democrática, que significa que aunque a los líderes los elija el pueblo mediante votación, sólo los más simiescos de entre nosotros sirven como candidatos.
Gran parte del éxito que la Edad Media tuvo fue debido al llamado Sistema Feudal, una compleja red de chantajes y extorsión que permitía crear enormes ejércitos y reinos.
Todo esto se basaba en que para el rey trabajaban un montón de nobles, que eran tipos peligrosos porque al contrario que la gente normal, tenían dinero y podían comprarse mejores armaduras (en lugar de ir en taparrabos como los demás) y espadas en lugar de rastrillos, lo que les convertía en bastante poderosos en combate. Gracias a esta superioridad podían obligar a la gente a darles comida y dinero, con lo que podían contratar a más soldados y comprar mejores armas, y así obligar a pagar a más gente para contratar aún a más soldados y así sucesivamente.
En la cúspide de estos ejércitos estaban los caballeros, tipos con armaduras de metal casi indestructibles que les daban aspecto de alienígenas. A veces iban a pie, pero otras montaban a caballo (a dicho caballo también le habían puesto un montón de placas metálicas por encima y también parecía que se hubiese fusionado con un tanque o con Terminator). Su táctica favorita era la de avanzar en estampida y llevárselo todo por delante, en plan Bulldozer.
De hecho, el peso de todo esto era tan grande que los caballos no podían llevarlo todo… al menos los caballos que se tenían hasta entonces. Por este motivo, los medievales tuvieron que crear nuevas razas mutantes de caballo (no bromeo) a base de criar a los caballos más pesados y mezclarlos con razas de caballo más grandes (del Medio Oriente y tal).
Todo esto hacía de los caballeros el arma definitiva de los campos de batalla (y ya he escrito sobre ellos, por cierto: http://www.fotolog.com/moderno_total_ii/82851396)
Pero no os engañéis. Eso solo era el 1% de todos los ejércitos, que en su mayor parte estaban compuestos por campesinos llevando rastrillos y oliendo a caca de cabra y morían fácilmente (1 punto de vida)
Además, también ayudaba que la gente no tenía televisión ni videojuegos, por lo que la única diversión posible (recordemos que tampoco sabían leer) era casarse y follar con tu esposa (con cualquier otra mujer estaba prohibido). De hecho, básicamente todo estaba prohibido. Pensar por ti mismo estaba prohibido, comer mucho estaba prohibido, dedicarse a los negocios estaba prohibido. Todo estaba prohibido. Tu elección era la de no hacer nada o follar constantemente, por lo que es comprensible que se naciesen mil millones de niños. Cada segundo. Todo eso permitía que hubiesen batallas con masacres cada 5 años, y que las guerras pudiesen durar cien años.
Otro gran punto de la tecnología militar medieval eran los castillos, lugares gigantes hechos de piedra con la característica de que era muy difícil entrar. La única manera de derrotarlos era construir escaleras gigantes y lanzarse en un ataque suicida o bien cercar el castillo y esperar unos meses hasta que todos se muriesen de hambre dentro.
Como veis, todo era glamour en esta época.
martes, 17 de agosto de 2010
La Edad Media (2) y cómo nació de la espontaneidad de unos borrachos
La verdad es que las cosas se volvieron bastante locas con la caída de Roma. Lo primero que pasó es que los godos, después de saquear Roma (pero bueno, no os emocionéis, que en aquella época todo el mundo saqueaba esa puta ciudad. Era lo que estaba de moda. Todas las tribus la saqueaban, una tras otra, de hecho, la saquearon hasta los propios romanos. Por eso Atila quedó como un subnormal cuando trató de saquearla y se acobardó cuando salió el Papa y le asustó diciéndole así: “¡Témenos, Atila! ¡Somos cristianos, tenemos misteriosos poderes! ¡Buuuh!”. Menudo pringao, fue el hazmerreír. Quizá por eso se lo pensó más tarde y regresó con su ejército, esta vez para entrar en Roma, violar a las mujeres y llevarse todo el oro que todos sus soldados pudiesen transportar con ambas manos juntas, como un machote).
¿De qué estaba hablando? Odio eso de poner paréntesis gigantes. ¡Ah, ya caigo! Los godos se piraron con el tesoraco hacia las tierras de Hispania, y formaron allí un reino, volviéndose algo “civilizados” (aunque aún así eran jodidamente burros. De hecho el nombre de Al-Andalus que pusieron los árabes a ese reino no significaba nada más que “los vándalos”. Esa peña era jodidamente hardcore y… ay dios, ¡lo estoy volviendo a hacer! ¡Un paréntesis gigante! ¡D-debo parar… ya!), pero bueno, su idea de cita romántica todavía seguía siendo ir cinco a tu casa, matar a toda tu familia, prenderle fuego al techo, ponerte un cuchillo en el cuello y… para qué te voy a engañar, pedirte que te relajaras mientras ellos “iban a lo suyo”.
En casi todos los demás reinos pasó básicamente lo mismo: la peña que había saqueado Roma se piraba con la pasta y fundaba un reino. Es que no sé qué tiene saquear Roma que aunque seas un bárbaro sanguinario y metalero te entran unas ganas de sentar la cabeza que... (diablos, necesitaban formar una civilización para poderse gastar decentemente toda la pasta que habían robado, no?).
Todos tenían nombres distintos (bueno, claro, eso es lógico porque si no no podrían diferenciarse los unos de los otros), pero lo que quiero decir es que estaría bien hablar de cada uno de esos nombres, sus culturas y sus mierdas, pero no podemos, porque no sabemos una mierda de esos tipos, ya que no sabían escribir (y dibujaban muy mal).
Todo lo que sabemos es que esos no eran bárbaros tipo Conan con hachas gigantes que matan monstruos y salvan mujeres, sino más bien tipos barbudos con falda escocesa y PENDIENTES en las orejas. No había diferencias entre ellos. Todo lo que os hayan dicho sobre que tenían culturas y que eran sabios y lo que sea, son mentiras. Mentiras nazis.
Pero estos bárbaros la verdad es que no eran muy buenos administradores. De hecho no tenían ni puta idea de las modernas técnicas de coaching y management (o su equivalente romana en aquella época, que básicamente venía a ser en que no era necesario siempre matar a alguien para solucionar los problemas).
Como no sabían qué hacer, y se daban cuenta de que si mataban a todos los campesinos que presentaban problemas, dejarían de tener hijas a las que poder violar (chicos, este reino es como una máquina ¡y todos tenemos que colaborar para que funcione!), hicieron lo que haría todo farsante y acudieron al libro más gordo que pudieron encontrar en el palacio, el libro que contenía todas las respuestas.
Claro que, como no sabían leer, se lo inventaron todo sobre la marcha. Así se inventaron todo y le hicieron creer a todo el mundo (que tampoco sabían leer y eran idiotas todos) que eran tradiciones.
Como eran muy vagos para elegir nuevos cargos públicos, los hicieron obligatoriamente hereditarios, y como también lo eran para administrar los oficios, montaron gremios y todo el mundo tenía que estar en ellos y darles una parte de su sueldo (o te partían las piernas).
También abolieron la esclavitud… a cambio de obligar a toda la gente libre a volverse básicamente esclavos, a los campesinos a tener que trabajar siempre la misma tierra, un día tras otro, sin poder salir de allí durante toooooda su vida.
Y eso básicamente fue la Edad Media.
¿De qué estaba hablando? Odio eso de poner paréntesis gigantes. ¡Ah, ya caigo! Los godos se piraron con el tesoraco hacia las tierras de Hispania, y formaron allí un reino, volviéndose algo “civilizados” (aunque aún así eran jodidamente burros. De hecho el nombre de Al-Andalus que pusieron los árabes a ese reino no significaba nada más que “los vándalos”. Esa peña era jodidamente hardcore y… ay dios, ¡lo estoy volviendo a hacer! ¡Un paréntesis gigante! ¡D-debo parar… ya!), pero bueno, su idea de cita romántica todavía seguía siendo ir cinco a tu casa, matar a toda tu familia, prenderle fuego al techo, ponerte un cuchillo en el cuello y… para qué te voy a engañar, pedirte que te relajaras mientras ellos “iban a lo suyo”.
En casi todos los demás reinos pasó básicamente lo mismo: la peña que había saqueado Roma se piraba con la pasta y fundaba un reino. Es que no sé qué tiene saquear Roma que aunque seas un bárbaro sanguinario y metalero te entran unas ganas de sentar la cabeza que... (diablos, necesitaban formar una civilización para poderse gastar decentemente toda la pasta que habían robado, no?).
Todos tenían nombres distintos (bueno, claro, eso es lógico porque si no no podrían diferenciarse los unos de los otros), pero lo que quiero decir es que estaría bien hablar de cada uno de esos nombres, sus culturas y sus mierdas, pero no podemos, porque no sabemos una mierda de esos tipos, ya que no sabían escribir (y dibujaban muy mal).
Todo lo que sabemos es que esos no eran bárbaros tipo Conan con hachas gigantes que matan monstruos y salvan mujeres, sino más bien tipos barbudos con falda escocesa y PENDIENTES en las orejas. No había diferencias entre ellos. Todo lo que os hayan dicho sobre que tenían culturas y que eran sabios y lo que sea, son mentiras. Mentiras nazis.
Pero estos bárbaros la verdad es que no eran muy buenos administradores. De hecho no tenían ni puta idea de las modernas técnicas de coaching y management (o su equivalente romana en aquella época, que básicamente venía a ser en que no era necesario siempre matar a alguien para solucionar los problemas).
Como no sabían qué hacer, y se daban cuenta de que si mataban a todos los campesinos que presentaban problemas, dejarían de tener hijas a las que poder violar (chicos, este reino es como una máquina ¡y todos tenemos que colaborar para que funcione!), hicieron lo que haría todo farsante y acudieron al libro más gordo que pudieron encontrar en el palacio, el libro que contenía todas las respuestas.
Claro que, como no sabían leer, se lo inventaron todo sobre la marcha. Así se inventaron todo y le hicieron creer a todo el mundo (que tampoco sabían leer y eran idiotas todos) que eran tradiciones.
Como eran muy vagos para elegir nuevos cargos públicos, los hicieron obligatoriamente hereditarios, y como también lo eran para administrar los oficios, montaron gremios y todo el mundo tenía que estar en ellos y darles una parte de su sueldo (o te partían las piernas).
También abolieron la esclavitud… a cambio de obligar a toda la gente libre a volverse básicamente esclavos, a los campesinos a tener que trabajar siempre la misma tierra, un día tras otro, sin poder salir de allí durante toooooda su vida.
Y eso básicamente fue la Edad Media.
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