lunes, 15 de febrero de 2010

CICLO TROYANO 12: LOS REGRESOS

Tal y como se narra en el poema de los Nostoi (los regresos, claro, porque no están). A saber quien lo escribió. Muchos creen que surgió de tirar al aire un montón de piezas del Scrabble y ¡boom! salió el poema.

En anteriores episodios…
Los griegos logran entrar en Troya y arrasan con todo. Durante el saqueo cometen muchos crímenes, e inventan varios nuevos. Los dioses no están contentos, pero ¿qué coño esperaban? ¿Qué entrasen los griegos vestidos con abrigos rojos y barbas blancas y se pusieran a dar regalos? Y ahora...

EL DESTINO DE LOS HÉROES
Los vencedores griegos se dividen en dos bandos: algunos, como Menelao, quieren largarse cuanto antes a casa, mientras que otros (precisamente los más granujas de todos), como Agamenón y Neoptolemo, deciden quedarse un tiempo más por allí, para hacer sacrificios y ver si así pueden apaciguar a los dioses.

Diomedes es el primero en marcharse, y llega sano y salvo a su ciudad, Argos. Los dioses no le castigaron porque había sido un soldado noble y, para qué engañarnos, porque nadie le vacila a Diomedes. Él es quien vacila a la gente, no al revés.
Algunas leyendas dicen que al llegar su mujer y un estúpido insensato con dos enormes cojones (no se puede calificar de otra manera a alguien que osa enfrentarse a un tío así) trataron de matarle, pero él sobrevivió y se fue a Italia, donde se dedicó a fundar ciudades hasta que se le agotó la batería, porque, como hemos defendido aquí siempre, era un cyborg enviado desde el futuro. De su estirpe nacería después Chuck Norris.

Menelao y Helena también se marchan, pero una tormenta hunde su flota y se ha de refugiar en Egipto, donde durante unos 8 años combate contra las Momias, que quieren apoderarse del mundo, y finalmente regresa a la sagrada Esparta como rey.
No tiene tanta suerte Ajax el Menor, que por haber roto aquella estatua su barco se hunde y él perece en el mar.

Viendo Neoptolemo, el hijo de Aquiles, que los barcos no tienen ni siquiera sistema GPS y están hechos de cáscara de cacahuete, decide ir por tierra, tardando un cholón de años. Llega a Ftía, ciudad de nombre impronunciable donde gobierna su abuelo Peleo (un exfutbolista forrado de pasta que había comprado todo el lugar), y hereda el reino.
Años más tarde fue asesinado por el exnovio de su mujer, en un lío de faldas que dio mucho que hablar en su época. Por imbécil. De la estirpe de Neoptolemo nacería Alejandro Magno.

A LOS DIOSES REZANDO Y CON EL MAZO DANDO: LA TRÁGICA HISTORIA DE AGAMENÓN
Pero quizá algunos os estéis preguntando qué pasó con el jefe de jefes, el general Agamenón. ¿No? ¿Nadie? ¿En serio? Vaya…
¿Y si os digo que en su funesto desenlace hay gran cantidad de sexo y sangre? ¿Tampoco? ¿Seguro? ¡…Joder, sois unos maricones!

A Agamenón se le apareció el fantasma de Aquiles para decirle que los dioses están muy mosqueados, y que si regresa a Micenas le va a matar su mujer. Agamenón se lo toma a broma y se marcha, con Casandra como concubina.
Al llegar, ambos son asesinados por Clitemnestra, su mujer, con ayuda del amante de ésta. (Si, parece que durante la ausencia de nuestros héroes sus mujeres les habían puesto tales cuernos al volver a Grecia parecían un ejército de vikingos).

Su hijo Orestes después mataría a Clitemnestra y al amante para vengar a su padre, porque si algo nos ha enseñado El Rey León es que no se puede confiar en la ley: un hombre de verdad debe tomar todas las armas que sea capaz de acumular y hacer las cosas por sí mismo.

Y a todo esto, ¿qué pasó con Ulises? Pues pasó que ese tío tiene menos sentido de la orientación que Ryoga. Sus cagadas en el manejo de un simple mapa fueron tales que se le hubo de hacer un poema sólo para él...

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