10. Te pones malo, te llevan a la enfermería y el doctor te ausculta el pecho. Dice: “A este niño le late muy aceleradamente el corazón, debe tener una arritmia”. Y un huevo, chavón, que es que el hierro del estetoscopio está helado.
9. Llegas a la conclusión de que Dios es el autor y responsable último de todos los males que hay en el mundo y le comunicas tus filosóficas pesquisas a tu profesor, que te pregunta que a qué coño viene eso y que donde están las ecuaciones que tenías que hacer para hoy.
8. Tu profesor te dice: “Si prestabas atención, a ver, ¿qué es lo último que he dicho?”, te lo inventas y como no lo sabes te castiga. Craso error. La respuesta correcta era: “Si prestabas atención, a ver, ¿qué es lo último que he dicho?”.
7. Señalas en tu examen de matemáticas que la X que hay que hallar se encuentra en el enunciado de la pregunta, y que a ver si el profesor se deja de perder cosas y comienza a enseñarle de verdad, que tus padres están pagando un buen dinero para que él te haga perder el tiempo buscando gilipoyeces.
6. Los más garrulos de tu clase hacen que el profesor se vaya a la sala de estudios y se ponga a llorar. En cierta manera, te sientes un poco orgulloso por ellos.
5. Rompes un lapiz con las manos desnudas, como demostración de tu tremenda fuerza. Eres el puto amo.
4. Alguien te dice que pienses “en los niños del África” cuando ibas a tirar tu asqueroso bocadillo a la basura. ¿Se supone que imaginarte a todos esos hambrientos tenía que darte ganas de comer, como para que te tuviesen envidia? ¿Se creen que eres un sádico hijodeputa o qué?
9. Llegas a la conclusión de que Dios es el autor y responsable último de todos los males que hay en el mundo y le comunicas tus filosóficas pesquisas a tu profesor, que te pregunta que a qué coño viene eso y que donde están las ecuaciones que tenías que hacer para hoy.
8. Tu profesor te dice: “Si prestabas atención, a ver, ¿qué es lo último que he dicho?”, te lo inventas y como no lo sabes te castiga. Craso error. La respuesta correcta era: “Si prestabas atención, a ver, ¿qué es lo último que he dicho?”.
7. Señalas en tu examen de matemáticas que la X que hay que hallar se encuentra en el enunciado de la pregunta, y que a ver si el profesor se deja de perder cosas y comienza a enseñarle de verdad, que tus padres están pagando un buen dinero para que él te haga perder el tiempo buscando gilipoyeces.
6. Los más garrulos de tu clase hacen que el profesor se vaya a la sala de estudios y se ponga a llorar. En cierta manera, te sientes un poco orgulloso por ellos.
5. Rompes un lapiz con las manos desnudas, como demostración de tu tremenda fuerza. Eres el puto amo.
4. Alguien te dice que pienses “en los niños del África” cuando ibas a tirar tu asqueroso bocadillo a la basura. ¿Se supone que imaginarte a todos esos hambrientos tenía que darte ganas de comer, como para que te tuviesen envidia? ¿Se creen que eres un sádico hijodeputa o qué?
Y de esa chica de tu clase que producía inflamación en tu pilila no hablo, porque yo fuí a un colegio de curas y esos pensamientos los ponía Satanás en tu cabeza.
ResponderEliminar// Más contenido original en: http://www.fotolog.com\moderno_total_ii
y puedes hacerte fan en
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0. Intentas escalar el muro que separa tu colegio del que está lleno de chicas... para descubrir que la más guapa se llamaba Lorena y los gastos mensuales de sus padres se dividían entre su educación y su maquillaje.
ResponderEliminarLo que no sé es como conservamos la cordura.
Empiezo a tener recuerdos muy obscuros de esas épocas...
ResponderEliminarYo recuerdo la de intentar sacar punta a los bolis con un sacapuntas.
ResponderEliminarAunque a día de hoy tampoco es que haya evolucionado mucho yo, la verdad.
El colegio para curas,
ResponderEliminarsuerte que yo solo lo sufrí dos años.