Tal y como se narra en el poema Iliupersis, atribuido por fuentes antiguas Arctino de Mileto (aunque quizá todo lo escribió otro autor, Idioto de Esparta).
En anteriores episodios…
Los griegos construyen un enorme caballo de madera y con él logran infiltrarse en Troya para sembrar el caos y la destrucción. Ahora, volvemos unas cuantas horas atrás en el tiempo…
En anteriores episodios…
Los griegos construyen un enorme caballo de madera y con él logran infiltrarse en Troya para sembrar el caos y la destrucción. Ahora, volvemos unas cuantas horas atrás en el tiempo…
FLASHBACK
Los troyanos discuten sobre si deben meter el caballo dentro de la ciudad o no.La primera en oponerse es Casandra, princesa de Troya que podía ver el futuro pero era rollo Aramis Fuster y nadie la creía. Casandra indica con enorme precisión que dentro del caballo hay soldados griegos.
“Lo sé porque se ha roto uno de los tablones y por ahí cuelga la pierna de uno de los griegos, que se ha quedado ahí atrapado”, explica a la muchedumbre.
“Uhm… ¡Es el pene del caballo! ¡Largaos!”, les disuade una voz que proviene del interior del caballo y con un timbre de voz sospechosamente similar al de Ulises.
Pero la voz más importante en contra es la de Laoconte, cuyos argumentos son interrumpidos porque del mar salen a toda prisa dos gigantes serpientes y le asesinan a él y a su familia.
Sólo Eneas, gran héroe troyano e hijo de Afrodita, tiene una idea bastante precisa de lo que amenaza a Troya. Por ese motivo reúne a sus tropas y sale fuera de la ciudad. Dos días más tarde regresaría, dispuesto a anunciar que “tranquilos, compatriotas troyanos, que no hay rastros de Godzilla”, sólo para encontrarse a Troya hecha migas y decidir que lo mejor era marcharse para siempre.
Sus aventuras y cómo llegó a ser el padre fundador de la nación romana deberán ser contadas en otra ocasión.
EL SAQUEO DE ILIÓN
Volvemos al presente, donde Agamenón y los suyos se dedican al pillaje y al saqueo: lo que pueden robar lo roban, lo que no se puede robar lo matan, y lo que no pueden matar lo incendian.
Pero los héroes mayores tienen una misión muy clara: acabar con la familia real troyana, para que ninguno pueda escapar y buscar venganza. Así sucede que Neoptolemo mata al rey Príamo y toma como esclava a la viuda de Héctor.El que más se pasa en el saqueo es Ajax el Menor, que persigue a Casandra hasta el templo de Atenea y allí la viola brutalmente, rompiendo un par de estatuas. Por este motivo, por el de romper una estatua, Atenea lo hará morir en el mar. Violar, según los dioses, se puede todo lo que uno quiera.
Al enterarse Ulises del crimen de Ajax el Menor, corriendo lanza desde lo alto de las murallas a Astianacte, el hijo de Héctor, y reta a los demás “a que superen eso, maricones, que eso es lo que sois, que aquí no hay nadie más criminal y macarra que yo”.
Por su parte, Menelao va en busca de Helena, custodiada por Deífobo.
“No puedes matarme, espartano”, le dice el príncipe troyano, “Hitler me envió a esta época para acabar contigo”.
El espartano lucha ferozmente contra Deífobo y, tras hacerle creer que detrás de él está Zeus bailando samba, aprovecha la distracción para asestarle una brutal estocada en el coxis que acaba con su vida. Por fin la humanidad está a salvo.
Menelao se acerca a Helena y levanta la espada, no se sabe si va a matarla o qué. Finalmente, la perdona y le concede llevársela de vuelta a Esparta, con la condición de que se dedique a ser una persona normal y a cuidar de su hija pequeña en vez de causar guerras que maten miles y miles de jóvenes griegos y acaben con la destrucción de antiguas civilizaciones.
Y por fin llega, después de diez años, el momento de montar en los barcos e irse a casa pero, por los muchos crímenes cometidos, los héroes griegos serían castigados a no poder regresar fácilmente a su hogar, y vientos huracanados los llevaron a muy distintas partes de este nuestro mundo...
Los poetas recogieron sus numerosas hazañas, para nuestro deleite.
Los troyanos discuten sobre si deben meter el caballo dentro de la ciudad o no.La primera en oponerse es Casandra, princesa de Troya que podía ver el futuro pero era rollo Aramis Fuster y nadie la creía. Casandra indica con enorme precisión que dentro del caballo hay soldados griegos.
“Lo sé porque se ha roto uno de los tablones y por ahí cuelga la pierna de uno de los griegos, que se ha quedado ahí atrapado”, explica a la muchedumbre.
“Uhm… ¡Es el pene del caballo! ¡Largaos!”, les disuade una voz que proviene del interior del caballo y con un timbre de voz sospechosamente similar al de Ulises.
Pero la voz más importante en contra es la de Laoconte, cuyos argumentos son interrumpidos porque del mar salen a toda prisa dos gigantes serpientes y le asesinan a él y a su familia.
Sólo Eneas, gran héroe troyano e hijo de Afrodita, tiene una idea bastante precisa de lo que amenaza a Troya. Por ese motivo reúne a sus tropas y sale fuera de la ciudad. Dos días más tarde regresaría, dispuesto a anunciar que “tranquilos, compatriotas troyanos, que no hay rastros de Godzilla”, sólo para encontrarse a Troya hecha migas y decidir que lo mejor era marcharse para siempre.
Sus aventuras y cómo llegó a ser el padre fundador de la nación romana deberán ser contadas en otra ocasión.
EL SAQUEO DE ILIÓN
Volvemos al presente, donde Agamenón y los suyos se dedican al pillaje y al saqueo: lo que pueden robar lo roban, lo que no se puede robar lo matan, y lo que no pueden matar lo incendian.
Pero los héroes mayores tienen una misión muy clara: acabar con la familia real troyana, para que ninguno pueda escapar y buscar venganza. Así sucede que Neoptolemo mata al rey Príamo y toma como esclava a la viuda de Héctor.El que más se pasa en el saqueo es Ajax el Menor, que persigue a Casandra hasta el templo de Atenea y allí la viola brutalmente, rompiendo un par de estatuas. Por este motivo, por el de romper una estatua, Atenea lo hará morir en el mar. Violar, según los dioses, se puede todo lo que uno quiera.
Al enterarse Ulises del crimen de Ajax el Menor, corriendo lanza desde lo alto de las murallas a Astianacte, el hijo de Héctor, y reta a los demás “a que superen eso, maricones, que eso es lo que sois, que aquí no hay nadie más criminal y macarra que yo”.
Por su parte, Menelao va en busca de Helena, custodiada por Deífobo.
“No puedes matarme, espartano”, le dice el príncipe troyano, “Hitler me envió a esta época para acabar contigo”.
El espartano lucha ferozmente contra Deífobo y, tras hacerle creer que detrás de él está Zeus bailando samba, aprovecha la distracción para asestarle una brutal estocada en el coxis que acaba con su vida. Por fin la humanidad está a salvo.
Menelao se acerca a Helena y levanta la espada, no se sabe si va a matarla o qué. Finalmente, la perdona y le concede llevársela de vuelta a Esparta, con la condición de que se dedique a ser una persona normal y a cuidar de su hija pequeña en vez de causar guerras que maten miles y miles de jóvenes griegos y acaben con la destrucción de antiguas civilizaciones.
Y por fin llega, después de diez años, el momento de montar en los barcos e irse a casa pero, por los muchos crímenes cometidos, los héroes griegos serían castigados a no poder regresar fácilmente a su hogar, y vientos huracanados los llevaron a muy distintas partes de este nuestro mundo...
Los poetas recogieron sus numerosas hazañas, para nuestro deleite.
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