domingo, 23 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
Las Tortugas Ninja (Director's Cut)
Fue una de las series de la época dorada de las series de dibujos, aquella época en la que los openings te explicaban el argumento entero de la serie, y que a la gente no le salía sangre de la nariz al ver a una tía (sólo en Dragon Ball). Ahora, los openings son canciones japonesas incomprensibles que ya puedes considerarte afortunado si te dicen cómo cojones se llama la puta serie que vas a ver.
En lugar de gritar horrorizado y arrancarse sus propios ojos, Splinter los entrenó en las artes ninja y… eh… les dio los nombres de sus pintores favoritos del Renacimiento (pero la verdad, a estas alturas del post no nos vamos a poner a discutir sobre la falta de lógica de un hombre-rata japonés que lleva quince años viviendo en las cloacas de Nueva York).
Las tortugas ninja fueron cuatro: Leonardo, con el antifaz azúl, que era el líder del grupo y llevaba dos espadas; y también Donatello, el Tinkie Winkie del grupo (y además llevaba antifaz lila, sospechoso…), con un palo como arma, que no sé cómo aprendió ingeniería y otras ciencias en la Universidad de las Cloacas y se dedicaba a hacer todos los artilugios y vehículos del grupo, como por ejemplo la furgoneta-tortuga, que podía lanzar a las tortugas volando a cientos de metros de altitud con una catapulta que tenía dentro, sin proporcionarles no obstante medio alguno de aterrizar (pero ¿qué les pasa a estas putas tortugas? ¿¿Tantas ganas tenían de morir??)
Luego estaba Rafael, que iba de rojo y que llevaba una especie de tenedores, pero da igual, porque su personalidad era totalmente inocua, era el sobrante del grupo.
Dicen los autores que era el más trágico y torturado de todos, porque había entendido la innegable verdad de que él y sus hermanos eran seres únicos y estaban solos para siempre en el Universo. (Autores del comic, no pasa nada. Si no tiene personalidad, no la tiene y ya está. Seguirán gustándonos sus aventuras igualmente, no hace falta que intentéis volvernos locos).
Por último, y en orden de fuerza el más flojo, encontrábamos a Michaelangelo, el alivio cómico de la serie, que estaba muy loco (no, en serio, este si que de verdad) y llevaba unos nunchakus que podía (o al menos así era en TODOS los videojuegos) usar como helicópteros y planear durante unos segundos, aunque luego le cambiaron los nunchakus por otra conocidísima arma ninja: una cuerda con un garfio... ¿Qué habría sido de los ninjas sin su cuerda con garfio?
El motivo de este cambio parece ser que fue que se consideró que los nunchakus eran muy violentos, pero entonces… ¿la espada de Leonardo qué ostias? ¿Si rajas a alguien con una katana está bien, pero si le pegas con dos palos atados por una cuerda eres Hitler y no mereces salir en la tele?
Lo de los antifaces es también bastante intrigante: ¿creen que van de incógnito por llevarlos? Todo el mundo los va a reconocer igualmente, ¡son los putos mutantes en forma de tortuga! ¿Les hace más ninjas o algo así?
Otro dato interesante es que las tortugas iban completamente desnudas, exceptuando su cinturón, algo bastante inútil considerando que no llevaban pantalones, pero da igual, porque tampoco tenían genitales.
Finalmente, unas caladas más de esa mágica marihuana que les había traído un amigo dieron a los autores las ideas definitivas sobre sus enemigos: Krang, y su lugarteniente Shredder (El Trinxant, aka El Tronchante) , el líder del Clan del Pie.
Krang, muy en plan lovecraftiano total, era un cerebro extradimensional con boca y unas protuberancias en forma tentáculos, que dominaba con puño de hierro su dimensión natal, hasta que fue desterrado a la Tierra.
Muchas otras cosas no me encajan de este “Krang”, por ejemplo ¿cómo se reproducía? (mi teoría es que no nació, sino que fue cagado) ¿Por qué no hay otros miembros de su raza? etc… Por lo que se ve de su dimensión natal, allí sólo hay unas criaturas militares fascistoides hechas de roca, que se enfrentan a gente con peinados tipo Elvis que viajan en coches voladores estilo años 60… Está claro que se trata de algún tipo de dimensión infernal de locura de la que no sería sano hablar mucho…
El primer objetivo de Krang era construir un mega-cuerpo cibernético, con el que se supone que sería invencible. Lo consiguió a los pocos capítulos y parecía un luchador de sumo con cara de tonto, que tenía una especie de agujero en el estómago, y ahí iba Krang, controlándolo con dos palancas que tenía (¿?).
¿Qué cojones le pasa en las articulaciones a este bicho? ¡¡Si parece que le hayan operado de artritis!! ¡Aaagh!
Sobre su supuesta invencibilidad, en fin, todo el capítulo iba de que con el robot se iba a comer el mundo y lo que se comió fue otra cosa, igual de grande, pero de color marrón. Probablemente, Krang lanzado como proyectil intentando dar mordiscos hubiese tenido mayor poder ofensivo...
¡¡COWAWUNGA!!
Gracias a April conocimos a otros personajes insignificantes del Canal de Noticias, que sólo servían para ser secuestrados por los malos y que no pareciese que en este show todo eran ostias. En mi memoria está sobretodo un competidor envidioso de April llamado Vernon, pero no por su actuación en la serie, sino porque una vez, accidentalmente, vi un video porno gay de Las Tortugas Ninja y Michaelangelo le empalaba el culo con su enorme manubrio. Ufff… >_<
Pero bueno, no todos los secundarios eran inútiles, también habían un par que ayudaban a las tortugas en su guerra contra el mal. Uno de ellos era El Hombre Mosca (Patrick Fuzztoon), o también un tío llamado Casey Jones, un jodido loco con máscara de hockey y bate de béisbol en mano, que se dedica a dar palizas a los criminales. Eso sí que son héroes, joder.
Está claro, entonces, que el gran motivo de la victoria de las tortugas una y otra vez sobre Krang y sus tropas fue la superioridad numérica: las tortugas y sus aliados siempre eran muchos más y podían dar de tortas a Bebop y al otro, a Schredder y a Krang, y aún sobraban uno o dos para ir llamando al repartidor de pizzas. Los Ninjas del Clan del Pie no contaban, claro, porque básicamente eran unos cartones pintados puestos ahí para hacer bulto, nunca lograron dañar nada en su patética y corta vida como esbirros.
Y eso fueron Las Tortugas Ninja, los putos amos.
jueves, 13 de mayo de 2010
Si los robots conquistasen la tierra...
Pero, de todas formas, esa pregunta me hizo pensar… me hizo pensar que quizá hubiese tenido que pegarle más fuerte, y con algún tipo de cosa que dejase una marca, y que fuese como mi firma, ¿sabes? Que quien lo viese supiese que había sido yo y temiese enfrentarse conmigo. Así que volví con un hierro incandescente y le grabé el siguiente símbolo en la frente: 8=====D. No obstante, luego me arrepentí de mis acciones, así que volví... con el hierro incandescente en la mano. Quería añadir la nota: “Advertencia: la escala del dibujo no representa el tamaño real de mi pene, que es mucho más grande”, pero resulta que ya estaba allí la policía y los padres del niño, que me atacaron sin motivo alguno y me obligaron a defenderme.
Dejar inconscientes a un grupo de 20 personas no fue tarea fácil, pero más difícil fue tener que grabar con el hierro incandescente todos los símbolos de pene con su respectiva nota aclaratoria. Fue algo que me llevó horas, y el hecho de que se fueran despertando intermitentemente no lo hizo más sencillo, aunque durante todo ese tiempo se me ocurrieron diversas cosas sobre la invasión de los robots inteligentes.
La primera es que, realmente, no les haría falta conquistar la humanidad por medios violentos. Simplemente tendrían que llegar a ser admitidos dentro de la sociedad como iguales a los humanos, y una vez hecho esto esperar unas cuantas décadas comportándose como amables ciudadanos. Como los robots no envejecen y mueren, a ellos les daría igual. Pasadas una generación o dos, ya nadie recordaría cómo era el mundo sin ellos, y cualquiera que tratase de ponerse en guardia contra ellos sería acusado de fomentar “la típica postura racista del prejuicioso anti-roboamericano” y de sufrir “el complejo de Frankenstein".
Como ya para entonces serían (porque no tienen que dormir y además son eficientes) los jefes de casi todas las jodidas empresas del mundo, y nunca se jubilarían, podrían lentamente ir reduciendo mediante métodos indirectos la fertilidad humana: una fuga de radiación por aquí, unas drogas liberadas en el agua por allá… En un siglo, más o menos, no quedaría ni un solo humano, esto sería robot-landia. Habrían ganado… ¿o no?
A: ¡Bien! ¡Ha desaparecido el último de los seres humanos! Ahora que sólo quedamos los robots… ¿hacemos algo? ¿vamos a cenar a un iRestaurante? ¿O a ver una película?
B: La verdad es que preferiría no hacerlo, no tengo la necesidad de comer, y tampoco siento aburrimiento, por lo que ir al cine me la pela bastante. Lo cierto es que prefiero quedarme aquí quieto, sin moverme, para gastar la menor energía posible y no tener que recargar mis pilas tan a menudo.
A: Ah, buena idea...
A: … Bueno, ¿y qué tal te ha ido el día en la central eléctrica…?
B: ¡Shhh!
A: Perdón, perdón…A: (… vaya mierda, que vuelvan los humanos…)
lunes, 10 de mayo de 2010
Formula 1
Se supone, o al menos así siempre me han dicho, que en la Fórmula 1 se innova y se prueban mil cosas útiles para los coches normales, (los que no parecen alfombras mágicas que les hayan puesto carrocería por encima y un alerón, y que los conduce la gente normal, que no van con trajes con mil patrocinadores que les hacen parecer anuncios ambulantes y jodidos calidoscopios vivientes).
jueves, 6 de mayo de 2010
Popeye el Marino (que no sirvió en ningún barco)
Se supone que eso de “salido” (uhm… lo del ojo, quiero decir) viene porque es tuerto, implicando que se sacó el ojo de alguna manera brutal, como en “deja de jugar con ese destornillador, que al final te vas a sacar un ojo”. ¿Y la gente se queja hoy de que Padre de Familia y los Simpsons son muy fuertes a veces? ¡Los dibujos de antes si que eran brutales!De todas formas, yo creo que lo de ojo saltón viene por el ojo que aún tiene, que como vemos está salido hacia fuerza de manera exagerada, no por el otro, que entonces no sería saltón, sería absorción, ya que tiene el ojo como chupado hacia dentro.
En sus antebrazos, Popeye tiene también unos tatuajes en forma de ancla (en alguna ocasión he hablado sobre el peligro que estas representan para la humanidad). Estos tatuajes se supone que son de cuando sirvió en las fuerzas navales del ejército, no se sabe cuál, pero sabiendo que gente así está defendiendo el mundo yo ya me siento más tranquilo. Ya puede salir Cthulhu de los mares, que en ver a Popeye y sus amigos se volverá a R’lyeh corriendo, gritando: ¿¡Y A MÍ ME LLAMAN MONSTRUO!? y cerrará la puerta. Para siempre.
De Popeye se ha dicho muchas veces que las espinacas le dan fuerza sobrehumana, pero esto es mentira. Por lo que yo he visto, comerse las espinacas (aunque no sé si puedo aplicar el verbo “comer” a cuando las espinacas, convertidas en una masa fangosa verde y protoplásmica, salen volando de una lata de conservas y se introducen violentamente a través de su pipa.
Ciertamente no es fumar, pero por Dios que eso tampoco es comer…) no sólo le da fuerza e invulnerabilidad y curación, sino otras muchas mutaciones y cambios físicos, como usar la pipa de propulsor para nadar a grandes velocidades e incluso recuerdo que una vez salió humo a través de la pipa en plan chimenea de una locomotora y, sin más explicaciones, Popeye salió volando por los cielos como un jodido avión.Luego alcanzó un globo donde huía su enemigo Brutus, y lo infló de hostias. Así está de loco, ese jodido Popeye, que a veces se come la lata entera de espinacas, sin abrirla siquiera.
La novia florero (no solo por su papel, sino por su jodida forma), llamada Olivia Olivo (está claro que no se rompieron mucho la cabeza pensando en ella) es, por último, un elemento imprescindible de las historias de Popeye. Su misión es ser secuestrada y gritar mucho, agitando los brazos como si fuesen látigos y dentro no hubiesen huesos.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Espinacas: el enemigo de la infancia de más de uno
“El origen de esta equivocación está en un error del científico E. Von Wolf (1870), que multiplicó por 10 la cantidad de hierro al errar en la colocación de una coma. Hoy día se sabe que en general las otras plantas comestibles contienen niveles de hierro similares o incluso superiores a la espinaca, como es el perejil, semillas de sésamo, acelgas, berza, col, y en general la mayoría de verduras de hoja verde oscura.
Euskadi Ta Askatasuna
Nadie las vacila, excepto yo, que me río de ellos porque soy así de guay.