LA DIGNITAT DE CATALUNYA: El montaje del director

Ebrios patanes del jurado,
Todos, seamos catalanes o no, hemos de apoyar el Estatut, porque ampara y defiende nuestro derecho constitucional a poseer armas de fuego, con las que poder decir a todo el mundo qué es lo que tienen que hacer.

Pero no todo es felicidad en Estatutlandia, no... ya que unas gentes no quieren que el Estatut no se lleve a cabo. Dicen que el Estatut es satánico, que los catalanes no tienen, como se defiende en el texto, "poderes y habilidades muy superiores a las del resto de los mortales".

Por desgracia, hoy ya no podemos solucionar rápidamente las cosas con el derramamiento de sangre, o viendo simplemente quién la tiene más grande. tenemos que ir a los juzgados...


Por eso, quien tiene la última palabra es el Tribunal Constitucional.

Lo que los detractores del TC dicen es que, aunque la puntuación de Constitución (CON) determina los puntos de vida del personaje, hay otras características importantes que no debemos olvidar: Por ejemplo, ¿Donde está la Destreza (DES), la fuerza (FUE) o, incluso, el carisma (CAR)?
Lo peor de todo es que los miembros del Tribunal Constitucional no son lo que dicen ser: Todos son unos funcionarios esmirriados, con bajísima puntuación. Diría que sólo podrían llevar armaduras de nivel 3, cuero tachonado como mucho. Van de pícaros y no llegan ni a magos. Mírenlos. Son los reyes de España.

Además de tumbar el Estatut, dicen querer instaurar la ley de la primera noche, por lo que cada vez que un catalán se case deberá venir un español a acostarse con su mujer (el marido catalán podrá pajearse mirando, si así lo desease y manifestase previamente).

Los jueces del Tribunal consideran esas medidas progresistas, dicen, porque permitirán a las personas hablar catalán, siempre y cuando los catalanoparlantes acepten ir vestidos como bufones medievales, dando brincos y haciendo malabares con motosierras.

La respuesta catalana
12 periódicos catalanes han publicado una misma editorial criticando al Tribunal Constitucional, del que dicen que es un órgano judicial super-favoritista y más vendido que Torrebruno en una pelea de gladiadores.

Ante esto, el presidente del Gobierno ha manifestado que: "Bueno, no son imparciales, eso está claro, pero al menos se dejan sobornar por cualquiera. Es una competición por ver quién es capaz de sobornarles más. Podríamos decir que de tan parciales que son, acaban siendo imparciales, ¿no?, ¿no?".

Muchos medios españolistas se han quejado, porque dicen que el editorial es una manera de amenazar al Tribunal Constitucional, lo que no se puede hacer porque “son más que humanos, intentar entenderles sería como una hormiga intentando entendernos a nosotros”.

Dichos medios proclaman en sus titulares de portada que “al Tribunal Constitucional no le vacila nadie” (El Mundo), “¡hijosdeputa! ¡Meteos conmigo si tenéis cojones, hijosdeputa!” (ABC) y “Don’t mess with the TC, bitches” (El País).

Así que no poyas se sabe qué pasará. Hemos preguntado a nuestro analísta político, el señor Jon Lajoie, que nos ha contestado lo siguiente:

¿Cree usted que el Tribunal Constitucional es un órgano político obsoleto?
Si, sin ninguna duda. Es... algo que he estudiado en profundidad durante estos últimos... bueno, no... en profundidad, quiero decir, pero muchos de mis colegas es lo que opinan, uh... bueno, no realmente "colegas", sino... eh... lo que quiero decir es que es algo que he leído, he leído sobre esto en... en revistas especializadas, eh... periódicos... eh... hmm, no se nada de eso. Es un rumor que he escuchado hace cinco minutos antes de que me preguntara usted.

:)