lunes, 9 de julio de 2012

Interrogando amigas para acceder a sus amigas

Como bien podréis deducir gracias al bien explícito título de este post, hace poco intenté ejercitarme en el noble arte de interrogar a una amiga para acceder a una de sus amigas.
Por desgracia, no seguí el procedimiento correcto y el interrogatorio salió… pues como salen a veces algunas cosas en la vida.

Hablo de esas cosas que depositamos en lugares blancos hechos de mármol, cosas que negamos, que ocultamos de nosotros mismos –sus creadores-, cosas que encerramos bajo una tapadera y pulsamos un botón (o tiramos de una simpática cadena que cuelga del techo), creyendo que con un complejo sistema hidráulico basta para llevárselas lejos, no volverlas a ver y las olvidarlas para siempre.
Y a veces, sólo a veces, esas malditas cosas vuelven, y lo único que puede ayudarte entonces es un fontanero. Un fontanero muy sacrificado.
... Estoy hablando de mierda.


Cuando se interroga a un sospechoso, hay que tener los papeles en regla y seguir algunas directivas (no vale, por ejemplo, sacarse el pito en estado semierecto y golpear la mesa de metal del calabozo de la comisaría para intimidar al presunto autor de un crimen, por más que esto pudiese hacer avanzar la investigación sobre el caso).
De igual manera, hay una serie de normas que debemos cumplir para interrogar a una amiga si intentamos acceder a sus amigas y que sea válido y ningún juez pueda condenarte.

1. La detención debe haber sido reglamentaria.Como si que te facilite toda clase de datos útiles para conquistar/beneficiarte a su ingenua amiga no fuese un plan urdido por un pajillero rufián como tú, sino que hubiese venido a colación dentro del avance natural de la conversación.
Claro que también puedes iniciar la conversación embistiendo a la chica con la cabeza o utilizando una pistola. En caso de que seas hombre, deberías saber que la pistola en un interrogatorio puede aumentar muchísimo la efectividad del mismo si llevas medias negras de rejilla y tacones.

2       2. Un poco de investigación previa, que el interrogatorio no es una excusa para la vagancia.
Por ejemplo, resulta inapropiado comenzar la conversación con “¿¡Eh oye, tu amiga la de los melones…!?”. Por lo menos, deberías intentar averiguar el nombre antes, o bien encontrar un sustantivo más apropiado para referirte a sus glándulas mamarias (que seguramente es el único dato que puedes recordar sobre la chica).
Mamelles” es una buena opción (por si entre vosotros hay alguno de léxico limitado).

Y, por último:
3       3. Hay que estar preparado para lo que puedas escuchar.
Para que veáis de qué hablo, reproduciré la conversación que mencionaba al principio del post:
A: “Es que mi amiga… es un poco especial para los chicos”.
Yo: “¿Especial? ¿Le gustan los calvos? ¡Porque puedo quedarme calvo!”
A: “Es... más complicado que eso”
Yo: “¿Le gustan los niños pequeños…?"
Y entonces, para escalofrío mío, mi amiga A suspiró y dijo: “Ojalá fuera eso. Hablo en serio, ojalá… Eso haría que fuese sencillo de explicar a los no iniciados”.

Y a mí eso me sonó a que la chica que quería ligarme tenía algún tipo super chungo de perversión. Algo tan indescriptible, postapocalíptico, preternatural, primigenio que no podía mencionarse sin bajar la voz, en un susurro. Como si su vagina fuese Cthulhu. Espera… Eso…

OH. GOD. :E
Right in the childhood...!

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