La importancia de Margaret Thatcher (Inglaterra, 1925 – Isla
donde vive Elvis, 2013) en la historia reciente, así como también remota, del
Reino Unido está más allá de toda duda.
Ya podemos decir (porque
ha muerto y no puede hacernos nada, JAJAJA) que Thatcher fue una más en
la lista de célebres mujeres gobernantes de Inglaterra (rompiendo el largo
combo de Isabel I, Isabel II, Isabel III…), y una de las primeras alienígenas
en dedicarse a la política de alto nivel en Gran Bretaña.
Su condición de mujer, aunque no era apreciable a primera
vista, y el hecho de que sus ojos apuntaban en dos direcciones completamente
opuestas, no le impidieron granjearse el respeto, la amistad e incluso bastante
pavor por parte de políticos internacionales de la talla de Ronald Reagan, quien
declaró en una ocasión que Thatcher “tenía más huevos que una granja de
gallinas”.
Margaret Thatcher, dirigente de la pérfida Albión. |
Margaret Thatcher inició su carrera política dentro del partido conservador, creyendo inútilmente que a causa de su nombre el partido sería capaz de preservar su vida eternamente.
Tratando de avanzar en lo que ella creía una logia masónica de increíble poder,
Thatcher llegó a Ministra de Educación.
En este puesto no tardó en sorprender a propios y extraños
con su decisión de instaurar el castigo físico de nuevo en las escuelas
británicas, tal y como puede leerse en wikipedia. Aunque a mí, viendo cómo se
las gastaba esta señora, lo que me ha extrañado es no leer que se ofreció ella
misma a administrar el reparto de guantazos.
Paradójicamente, también se ganó el odio de sus coetáneos al
recortar (en uno de esos típicos ataques de recortes que les dan a los partidos
de derecha de vez en cuando) la leche gratuita para los niños pequeños en los
colegios.
A lo que quiero llegar con esto es que: qué ironía, ¿no? Que por un lado les quitaba a los niños ya leche y por otro pedía que se las dieran.
A lo que quiero llegar con esto es que: qué ironía, ¿no? Que por un lado les quitaba a los niños ya leche y por otro pedía que se las dieran.
Poco a poco, su seriedad característica y su mala ostia
descomunal la hicieron ir escalando puestos hasta llegar a ser Primera Ministra
de Inglaterra, donde su trayectoria política (que se desviaba hacia la derecha
más que un rifle viejo), hizo que muchos (entre ellos principalmente su marido)
temiesen que le saliese bigote.
Para detrimento de todos los humoristas de aquél entonces,
ése fenómeno físico nunca llegó a producirse, aunque Thatcher sí presentó todos
los síntomas políticos de tener bigote: Comenzó a quejarse del elevado número
de inmigrantes asiáticos (evidentemente desconocedora de la importancia que
mucho más tarde adquirirían en el Starcraft), a criticar a las minorías y a
meterse con los rusos.
Los rusos, molestos, la apodaron la Dama de Hierro, lo que
no hizo sino incrementar más su popularidad y supuso el cierre del
Instituto de Diseño Avanzado de Insultos de Noginsk, y el envío urgente a
Siberia de todos sus integrantes.
También fueron muy criticados sus esfuerzos por desmantelar
toda la industria minera del carbón en Reino Unido, que pretendía sustituir por
novedosos métodos que incrementaron muchísimo la producción de carbón, a costa
de reducir dramáticamente la cantidad de regalos que los niños ingleses
recibirían de los tres Reyes Magos.
Thatcher falleció el 8 de Abril de 2013 de manera muy
pacífica (al contrario que su intervención militar en las Malvinas contra
Argentina, porque todo el mundo sabe que esas putas islas en medio de
Sudamérica son una parte imprescindible del imperio británico y merecían ser
defendidas con todos los headshots posibles).
Será recordada para siempre como una de las personas que más hizo
por la grandeza de Reino Unido, y una de las más acérrimas enemigas del pueblo
inglés.