lunes, 8 de abril de 2013

Margaret Thatcher siempre te recordaremos (con odio)


La importancia de Margaret Thatcher (Inglaterra, 1925 – Isla donde vive Elvis, 2013) en la historia reciente, así como también remota, del Reino Unido está más allá de toda duda.
Ya podemos decir (porque  ha muerto y no puede hacernos nada, JAJAJA) que Thatcher fue una más en la lista de célebres mujeres gobernantes de Inglaterra (rompiendo el largo combo de Isabel I, Isabel II, Isabel III…), y una de las primeras alienígenas en dedicarse a la política de alto nivel en Gran Bretaña.
Su condición de mujer, aunque no era apreciable a primera vista, y el hecho de que sus ojos apuntaban en dos direcciones completamente opuestas, no le impidieron granjearse el respeto, la amistad e incluso bastante pavor por parte de políticos internacionales de la talla de Ronald Reagan, quien declaró en una ocasión que Thatcher “tenía más huevos que una granja de gallinas”.
Margaret Thatcher, dirigente de la pérfida Albión.

Margaret Thatcher inició su carrera política dentro del partido conservador, creyendo inútilmente que a causa de su nombre el partido sería capaz de preservar su vida eternamente.
Tratando de avanzar en lo que ella creía una logia masónica de increíble poder, Thatcher llegó a Ministra de Educación.
En este puesto no tardó en sorprender a propios y extraños con su decisión de instaurar el castigo físico de nuevo en las escuelas británicas, tal y como puede leerse en wikipedia. Aunque a mí, viendo cómo se las gastaba esta señora, lo que me ha extrañado es no leer que se ofreció ella misma a administrar el reparto de guantazos.
Paradójicamente, también se ganó el odio de sus coetáneos al recortar (en uno de esos típicos ataques de recortes que les dan a los partidos de derecha de vez en cuando) la leche gratuita para los niños pequeños en los colegios.
A lo que quiero llegar con esto es que: qué ironía, ¿no? Que por un lado les quitaba a los niños ya leche y por otro pedía que se las dieran.

Poco a poco, su seriedad característica y su mala ostia descomunal la hicieron ir escalando puestos hasta llegar a ser Primera Ministra de Inglaterra, donde su trayectoria política (que se desviaba hacia la derecha más que un rifle viejo), hizo que muchos (entre ellos principalmente su marido) temiesen que le saliese bigote.
Para detrimento de todos los humoristas de aquél entonces, ése fenómeno físico nunca llegó a producirse, aunque Thatcher sí presentó todos los síntomas políticos de tener bigote: Comenzó a quejarse del elevado número de inmigrantes asiáticos (evidentemente desconocedora de la importancia que mucho más tarde adquirirían en el Starcraft), a criticar a las minorías y a meterse con los rusos.
Los rusos, molestos, la apodaron la Dama de Hierro, lo que no hizo sino incrementar más su popularidad y supuso el cierre del Instituto de Diseño Avanzado de Insultos de Noginsk, y el envío urgente a Siberia de todos sus integrantes.
También fueron muy criticados sus esfuerzos por desmantelar toda la industria minera del carbón en Reino Unido, que pretendía sustituir por novedosos métodos que incrementaron muchísimo la producción de carbón, a costa de reducir dramáticamente la cantidad de regalos que los niños ingleses recibirían de los tres Reyes Magos.

Thatcher falleció el 8 de Abril de 2013 de manera muy pacífica (al contrario que su intervención militar en las Malvinas contra Argentina, porque todo el mundo sabe que esas putas islas en medio de Sudamérica son una parte imprescindible del imperio británico y merecían ser defendidas con todos los headshots posibles).

Será recordada para siempre como una de las personas que más hizo por la grandeza de Reino Unido, y una de las más acérrimas enemigas del pueblo inglés.

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